La lesión de Jeison Murillo, con una microrrotura de fibras, altera los planes para visitar al Alcorcón
T.A.
Los imponderables del fútbol han dirigido una invasión a la retaguardia de la UD Las Palmas. Por cuarta semana consecutiva, desde que comenzara la segunda vuelta, Sergio Lobera se ve forzado a realizar novedades en el bloque de contención de los amarillos. Así ocurrió frente al Racing (Raúl actuó en la portería por sanción de Barbosa), luego con el Lugo (participó el quintento ideal compuesto por Barbosa, David García, Deivid, Murillo y Dani Castellano) y dos nuevos cambio contra el Elche (lesión de David García y sanción de Dani, relevados por Pignol y Atouba).
Pero los problemas no se han cerrado. Este martes se confirmó la baja por lesión de Jeison Murillo para el desplazamiento a Alcorcón (microrrotura fibrilar en el cuádriceps de su pierna izquierda) mientras queda pendiente a la evolución del capitán, David García quien evoluciona favorablemente. A ello hay que unir la segura ausencia del apoyo defensivo desde el centro del campo, Hernán, por acumulación de amonestación.
A partir de este miércoles, en Barranco Seco, Sergio Lobera barajará las distintas opciones que tiene en cartel para suplir estos contratiempos.
En el caso del colombiano Murillo, jugador cedido por el Granada, se trata de un jugador fiel en los onces de Lobera, que únicamente se había perdido en la Liga los minutos de su expulsión frente al Recreativo (a partir del 44 del primer tiempo) y la posterior sanción contra el Mirandés. Los restantes 22 partidos del campeonato los disputó en su totalidad. Ahora tiene que parar, al menos una semana.