Por Higinio Medina
La Unión Deportiva Las Palmas se vio hoy en inferioridad numérica durante toda la segunda parte del partido que le enfrentó al Recreativo de Huelva en el Nuevo Colombino después de la expulsión por doble amonestación a Murillo; la primera creemos que inexistente, la segunda clara y absurda.
Al margen de esta circunstancia el equipo amarillo no se descompuso, como solía ser habitual tiempo atrás, todo lo contrario, replanteó el partido acorde con la nueva situación tirando de recursos y demostrando una vez más que sabe a qué juega en la liga; desquiciando, por un lado, en esta ocasión al decano del fútbol español (123 años) con su eficaz entramado defensivo y por otro, generando contras que bien pudieron haberle dado la victoria de haber estado un poco más acertados.
Este nuevo concepto de juego desplegado por los hombres de Sergio Lobera, basado en la lucha y en la claridad que cada uno tiene de su papel en el campo, además de una lectura acertada sobre qué opciones tomar, hace de los canarios un equipo a tener en cuenta, incluso, con la fortuna como compañera en muchos lances del partido, toma por momentos la suerte del campeón. ¡Quién lo iba a decir cuando tantas veces le había sido esquiva!
Dicen que aún no se ha conseguido nada y creemos que es una verdad a medias. Si nos lo planteamos desde el punto de vista del objetivo trazado para la campaña es evidente, queda mucha liga para verificarlo y por tanto no sabemos qué va a ocurrir, pero si nos lo planteamos en una comparativa con respecto a temporadas anteriores, a fecha de hoy nos encontramos con un equipo completamente distinto en muchos aspectos y no sólo en el plano individual, sino en el que para nosotros es el más importante, es decir el plano colectivo.
Como decía el poeta: "El camino se hace al andar", y a pesar de que queda mucho recorrido las sensaciones son positivas y eso se hace notar en la calle. Los comentarios sobre "el equipillo" comienzan a tomar una nueva dimensión y el fútbol aparte de sentimientos son sensaciones. Igual no se llega a nada, pero soñar no cuesta, y eso, tal y como estamos en este país actualmente, es de lo poco que nos pueden quitar...