
El delantero del Betis recuerda que "lo di todo por Las Palmas mientras estuve aquí"
T.A.
Rubén Castro no entendió la pitada de la que fue objeto en el Estadio de Gran Canaria, al entrar este jueves en los relevos béticos de la segunda parte. "Aún no me creo que me piten por jugar aquí; no entiendo el por qué", dijo el que fuera primer pichichi en la historia de la UD Las Palmas al lograrlo en la Segunda División de la temporada 2003-04. "En todo momento que he vestido la camiseta amarilla siempre lo he dado todo y no lo entiendo. Me duele porque es mi afición, es mi gente y la verdad es que volver a casa y que mi gente me pite no es nada agradable. Yo le tengo muchísimo cariño a la afición aunque me piten y lo mínimo que puedo hacer es no celebrar el gol".
Admite que a pesar de la leve ventaja que supone el empate 1-1, la eliminatoria está en el aire porque "Las Palmas juega muy bien si aplica el contragolpe. Posee jugadores ideales para esto y nos preocupa. No sólo estamos obligados a atacar sino a tener mucho cuidado en defensa. Confío, no obstante, que podamos sacar la eliminatoria".
Cree el delantero isletero que su equipo "perdonó y por ello vino la igualada. He visto a Las Palmas muy bien, tiene un gran equipo y deseo que se metan al menos en la promoción".
La pitada se produjo en el momento de su relevo y tras marcar el gol del 0-1 en el Estadio que él inauguró con los amarillos frente al Anderlecht belga y, además, marcó el primer gol en sus porterías: 8 de mayo de 2003.