Sufrir y puntuar
01/12/2012

Por Higinio Medina

Un incisivo Sporting de Gijón hizo trabajar en la tarde hoy a la Unión Deportiva Las Palmas lo indecible para sacar algo positivo de su visita a El Molinón. Fue un partido sin pausa, con el más necesitado arriesgando hasta límites extremos para conseguir una victoria que se le hizo esquiva a pesar del esfuerzo realizado y no precisamente por los lazos de la diosa fortuna, sino por el espectacular desgaste de los amarillos que supieron controlar en todo momento a su rival.

Los tiempos del partido fueron dominados por los grancanarios a la perfección en función de una estrategia perfectamente definida; cediendo terreno por la fuerte presión de los asturianos pero siempre con las puntas de lanza de su ataque preparado para asestar el golpe definitivo. Incluso en los momentos finales adelantó líneas, leyendo el cansancio y la desesperación de su oponente con el objetivo de dar el golpe de gracia y a punto estuvo de conseguirlo en varias ocasiones, generando más oportunidades de gol en este periodo que a lo largo de los casi 75 minutos que se habían disputado.

Un nuevo punto y el convencimiento cada vez más significativo de que la "revolución" que se ha dado en las filas del equipo que dirige Sergio Lobera ha pasado de ser un quizás a una realidad que apunta a metas mayores para alegría del sufrido seguidor canario, eso sí, con los pies en la tierra y conocedor de que la competición es muy larga y pueden surgir problemas.

El origen de esta "revolución" o transformación observada en las últimas jornadas no se puede considerar como indeterminado, ya que las causas están perfectamente definidas: Mayor concentración de los jugadores. Mayor rigor defensivo. Mayor espíritu de sacrificio. Mayor equilibrio entre líneas. Rectificación a tiempo del planteamiento inicial. Excepcional estado de forma en algunos jugadores y sobre todo, la seguridad que se llega a transmitir desde el terreno de juego y que se ha convertido en su tarjeta de visita.

A este devenir, con una alineación que empieza a ser clásica, le falta mayor concentración de uno de los ingredientes principales: Mayor número de asistentes al estadio de Gran Canaria. Sería la "guinda" al esfuerzo que se está realizado, tanto por parte de la plantilla, como desde una directiva que se rompe los sesos para que las cuentas cuadren al final de temporada a pesar de "las piedras" que aparecen en el día a día de su gestión.

Dicen que lo fácil no tiene mérito, pero de seguir esta línea la Unión Deportiva Las Palmas empieza a desvelar que lo imposible hace unas semanas puede ser posible y ese mensaje, a pesar de la situación económica que atravesamos, debería calar y buscarse ententes (directiva/espectador) para que las gradas del recinto deportivo de Siete Palmas comiencen a vestirse con sus mejores galas...

 

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