"Ha sido un buen partido por los números. La satisfacción mía no está en los puntos que meta, sino en el trabajo que haga para el equipo. Honradamente cometí muchos fallos en defensa. Mi par anotó muchos puntos. A mí lo que me importa es conseguir que él no los haga, y si acabamos el partido consiguiendo que la persona a la que defiendo haga menos que yo, entonces habré hecho bien mi trabajo".

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"Lo importante ahora es ganar. Los números son buenos para los agentes y los contratos, pero lo que realmente ayuda al equipo es el trabajo que se hace dentro de la cancha y las victorias".

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"Muchos hablan de la Copa, pero no es tiempo de hacerlo. Aún vamos ocho jornadas y nos llega un calendario incómodo. Hemos de tener los pies en el suelo y seguir trabajando fuerte para mantenernos arriba".

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"Estaba muy mal después del partido con el Fuenlabrada. Me dolía mucho porque la inflamación creció. Las filtraciones consiguieron que se redujera; y el miércoles, en el día libre, se hizo un gran progreso, como para poder integrarme con el equipo. Es una lesión muy rara. Ni yo, ni los médicos conseguimos darle explicación a lo que le ocurre a esa parte de mi cuerpo".

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"No sé si los que estuvieron en este equipo el año pasado tendrán ánimos de revancha por la derrota sufrida en esa temporada en la pista del Blusens. Si van con eso en la cabeza, contarán conmigo como aliado, con deseos de dar todo lo que pueda para ayudarles a ganar. Lo que sí es claro para mí, es que ese partido es muy importante para nosotros, porque ganar fuera es un objetivo".

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"No me sorprende la racha del Obradoiro. Son un grupo que se conoce bien. Cuenta con un jugador como Kendall, que está jugando muy bien y es capaz de sorprender en cualquier momento con sus tiros".

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"Tenemos una línea de juego que debemos intentar que mantener cada semana. Ellos cuentan con un gran público, que les da mucha energía. Para ganar allí hay que hacer un partido muy serio. No podemos ir allí pensando que tenemos el trabajo todo hecho".