Fotos: C. Torres
Iago Bouzón (por cierto, jugador que pudo ser amarillo el pasado verano) salvó con el cuerpo el disparo de Thievy, jugada que los amarillos reclamaron en la primera parte como posible penalti. La acción acabó con la involuntaria lesión del zaguero del Xerez, a quien su propio compañero Keita le pisó con los tacos en la cabeza, propiciando un corte espectacular de donde emanaba mucha sangre. En la confusión, los futbolistas del Xerez interpretaron que la culpa había sido del delantero galo amarillo. La escena acabó con un rifirrafe con varios protagonistas ... y quince puntos de sutura para el zaguero del equipo andaluz.