El Herbalife se impone al Canarias bajo la dirección de Scheyer y el liderazgo de Nelson en un derbi inédito en los últimos 22 años
Juan Pedro Borrego
El Gran Canaria gana el derbi nuevamente veintidós años después (71-76). Por primera vez se impone al Canarias en Tenerife en el contexto de la ACB; y otra vez engancha dos victorias consecutivas en la presente campaña que le ponen en balance altamente positivo para luchar en la zona alta de la clasificación. Las puesta en escena y resolución final del debri fue mucho mejor hecha por parte de los amarillos; y bajo la batuta en el juego de Jon Scheyer (20 de valoración) y el liderazgo de Spencer Nelson (21 de valoración), el cuarto triunfo de la temporada llegó sazonado con las mejores especias del deporte de la canasta.
Y fue un resultado extraño, porque las estadísticas se esforzaron por llevar la contraria a las teóricas premoniciones previas al choque.Los amarillos fueron mejores en el tiro exterior y en los titros libres y menos efectivos en las acciones cerca de la canasta. Sin embargo consiguieron cerrar mejor los rebotes; y auqnue en el apartado de pérdidas volvieron a demostrar carencias importantes, fueron capaces de arrastrar a los laguneros hacia este mismo 'pecado' y amarrar con eso el importante triunfo.
El Gran canaria salió más contemporizador. Canarias, más ansiosos. Los visitantes tomaron las primeras ventajas (1-7), pero los locales se despertaron a base de triples de Rost y Biviá (7-7). El encuentro entró entonces en y una fase más equilibrada y animada. Los dos equipos se prodigaron en acciones ofensivas. Los ataques se imponen a las defensas en estos momentos y entre algún despiste en retaguardia del Gran Canaria y la fortuna más aliada con los anfitriones, el marcador señalaba al final del primer cuarto una ventaja de tres puntos, los de la única canasta del ‘exGranca' Fotios Lampropoulos, sobre la bocina del final del periodo (20-17).
Los jugadores se entregaban a la fiesta. Disfrutando del ambiente de un derbi excepcional por la falta de frecuencia en su celebración, las dos plantillas destaparon sus tarros más aromáticos en las acciones de ataque para seducir aún más si cabía a sus respectivas hinchadas. Los locales parecían querer tomar carrerilla hacia la victoria en el inicio del segundo cuart. Pero su parcial 4-0 que les ponía 24-19 en el marcador se contrarrestaba a base de ingenio individual y contraataques de manual para expertos.
LOS PUNTOS DE ROBERTO
Así, los de Pedro Martínez lograban un parcial 2-11, y con ello una nueva inversión del electrónico (26-30). El juego exterior estaba siendo clave en las dos formaciones; y hasta Roberto Guerra, con su primera canasta oficial en la ACB tras su regreso al Granca en esta campaña, se sumaba a la fiesta de triples (37-43) para repetir la que era hasta entonces máxima ventaja del partido, seis puntos, que limaba nuevamente el Canarias antes de pasar por los vestuarios (39-43).
Tras el avituallamiento en la zona reservada del pabellón, la puesta en escena de los representantes grancanarios fue aún mejor de lo esperada. Nelson se colgó los galones de almirante y con ocho puntos consecutivos puso el listón algo más elevado para los canaristas (43-51); y con las acciones ofensivas de acento isleño, Alvarado y Guerra, aún algo más arriba (52-61).
UNA LUCHA CERRADA
Pero no era suficiente para rendir a los esperanzados jugadores tinerfeños. En un nuevo alarde de recomposición y aprovechando el descanso de los pivots visitantes, el conjunto de Alejandro Martínez consiguió unas tablas en el parcial (18-18); y dejar la definición del encuentro para un último cuarto digno de un gran derbi (57-61).
Para comenzar el último parcial, Pedro Martínez reconstruyó su idea a un quinteto encabezado en la dirección por Alvarado bajo la escolta de Scheyer, Newley, Nelson y Prestes. Sin embargo, el resultado fue nefasto. El Canarias se aprovechaba de su mayor intensidad defensiva y corría para firmar un parcial 7-0 con el que añadía mucha pimienta a la contienda (59-61).
UN PARTIDO DE SIETE MINUTOS
Todo se decidiría en 7 minutos de partido; y los iniciaba bien Báez corrigiendo un error en tiro libre de Scheyer para convertir en tres puntos una acción que sólo se suponía de dos (59-64). El Gran Canaria había logrado salvar un momento de crisis importante, nuevamente siguiendo las directrices de dos hombres claves en el partido, Scheyer y Nelson. Eran los más clarividentes en un compromiso en el que los despistes se empezaban a pagar muy caros.
Otra vez los siete puntos de ventaja parecían un colchón tranquilizador (59-66), y el Gran Canaria, con su mejor quinteto sobre la cancha (Scheyer, Toolson, Newley, Báez y Nelson) hacía temblar los cimientos del Santiago Martín por primera vez (59-69) tras un triple de clase del alero australiano al borde del final de la posesión. Pero había que sufrir un poco más para saborear un triunfo diferente. La defensa aurinegra y las resbaladizas condiciones del pabellón tinerfeño le dieron una emoción sobresaliente al final del partido.
DEMOSTRACIÓN DE SUPERIORIDAD
Aquí debería demostrarse la teórica mayor calidad de los hombres de Pedro Martínez. Con 66-71 en el electrónico y con un 1 minuto por jugarse, la pizarra del técnico catalán le permitió a Bellas lanzar un triple que sonaba a sentencia (69-74); y que obligaba a los canaristas a un esfuerzo para el demostraron que aún no estaban preparados.; y que dejaba en manos del Granca la cuarta victoria de la temporada en sus manos (71-76).
FICHA DEL PARTIDO
Canarias, 71 (20+19+18+14): Biviá (7), Blanco (7), Rost (14), Sekulic (10), Donaldson (4) -equipo inicial-, Guillén (11), Richotti (6), Uriz (7) y Lampropulos (5).
Gran Canaria, 76 (17+26+18+15): Scheyer (14), Beirán, Newley (12), Nelson (19), Báez (2) -equipo inicial-, Toolson (11), Guerra (5), Bellas (8), Prestes y Alvarado (5).
Árbitros: García Ortíz, Pérez Pérez y Oyón.
Incidencias: Partido de la sexta jornada de la Liga Endesa disputado en el Pabellón Santiago Martín, ante 4274 espectadores.