La falta de gol, el árbitro y el sacrificio
21/10/2012

Por Higinio Medina

Clamaba al cielo, brazos en alto, Javi Guerrero después de haber marrado una clara oportunidad de gol, pero no fue el único caso, ni la única oportunidad que se perdía en acciones claras para batir al portero del Sabadell. Varios mano a mano y disparos convertían al guardameta canario en las filas del equipo catalán, Nauzet Pérez, como el mejor jugador de su equipo ante la Unión Deportiva Las Palmas.

¿Qué hay que hacer para que entre el balón?, por intentarlo no es desde luego, sobre todo cuando nos encontramos con un "nuevo" equipo amarillo que se ha transformado para disfrute del aficionado tomando como bandera el coraje y el saber estar. Es increíble la cantidad de oportunidades que se presentan y no se consiguen transformar, ¿una maldición?... No creemos en esas cosas, probablemente haya que afinar la puntería y sobre todo retomar las clases de "Solo ante el portero".

Bromas aparte, lo del árbitro hoy es inconcebible e incomprensible. Si algo vimos durante el encuentro fue como jugadores del club arlequinado en más de una ocasión se llevaban o golpeaban el esférico con las manos ante la mirada complaciente del trencilla de turno. Decimos lo de complaciente porque no pitó ni una. ¡Cuánto descaro!, ¿por qué el rasero no es el mismo para todos?, ¿qué criterios siguen?, la verdad es que no llegamos a entender si es que son tan malos o qué; lo cierto es que a Momo en una acción en la que para nosotros por la posición del campo en la que nos encontrábamos no vimos que fuera falta, pues al saltar y girarse la mano está pegada al cuerpo, y en ningún momento hace ademán de parar la pelota. En cualquier caso simplemente creemos que de haber falta no hubo voluntariedad y menos aún que después de lo visto en el rival le sacara tarjeta amarilla y la consiguiente expulsión por doble amonestación.

A partir del lance comentado anteriormente tocó sufrir y sacrificarse, con el agravante de que los pies, después del partido de copa, pesaban y de qué manera. Así y todo nos volvimos a encontrar con una versión mejorada de los canarios ante la adversidad; era el momento de sacar casta y vaya si se sacó para defender el único tanto que campeaba en el marcador, incluso Barbosa apareció deteniendo el único tiro con peligro que los visitantes hicieron durante todo el partido cuando el mismo llegaba a su fin. Todo ello para redondear una tarde en la que por fin se conseguía la primera victoria de la temporada en el recinto ubicado en Siete Palmas.

 

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