León rememora pasajes de los enfrentamientos con el Athletic y con su histórico meta, con el que coincide cincuenta años en el debut profesional
M.B.
Una de las imágenes que ilustran la entrada de la sala vip del Estadio de Gran Canaria corresponde a una escena en el Estadio de San Mamés, en Primera División. José Manuel León (que el pasado 16 de septiembre de 2012 también cubrió el cincuenta aniversario de su debut el mismo día que Germán Dévora y Rafael) esquiva la salida del legendario portero vasco, sorteándole con un regate hacia su pierna zurda. Iríbar se estira a ras de suelo sin encontrar el balón. "La jugada acabó en gol", recuerda Mamé León, "pero no recuerdo quién la terminó. Podría ser Gilberto II. El balón se fue un poco largo y me quedé sin ángulo, por lo que opté dar el pase hacia atrás, el de la muerte como se decía antes".
León firmó dos tantos en las redes del Athletic y de Iríbar. Fue en un célebre partido de Copa disputado en el Estadio Insular (1969). "Entre los dos encuentros de la eliminatoria contra el Athletic, que se jugaba al finalizar la temporada de Liga, nosotros teníamos un compromiso que para la plantilla era muy importante: el partido homenaje a Ernesto Aparicio, frente al Liverpool, en el Estadio Insular. En San Mamés nos ganaron bien, 6-0, pero no fue nuestro día. Teníamos la cabeza en dos sitios, pero algunos jugadores del Athletic hacían comentarios en el campo diciendo que querían más, animaban a sus compañeros a entrar fuerte. Salimos realmente cabreados del encuentro. Jugamos luego el amistoso de Aparicio, donde el público empezó enfadado con nosotros", prosigue, "y afrontamos el fin de semana el encuentro de vuelta. Aquel día quien salió a moder fue Las Palmas. Marqué a Iríbar dos goles, ambos de cabeza. Los leones estaban acobardados porque sintieron que, con esa ventaja tan temprana, podrían perder la eliminatoria. Hubo muchas brusquedades durante el encuentro e incidentes de público graves. Nos cerraron el campo, la única vez en la historia, y tuvimos que empezar la siguiente Liga en el Heliodoro (2-1 al Atlético de Madrid)".
León recuerda que "Iríbar impresionaba, más con el paso de los años. La gente le cantaba en San Mamés el "Iríbar es cojonudo; como Iríbar no hay ninguno. Eso se hizo célebre en toda España durante aquella época. Recuerdo una final de Copa en el Bernabéu a la que acudí como espectador. El Bilbao perdió contra el Zaragoza (2-0, en 1966), que entonces tenía la célebre delantera de los 'cinco magníficos' y él era todo en el equipo. Aquel día, a pesar de la derrota, hizo una actuación portentosa. Salió a hombros sin ganar el trofeo de campeón. Y con Las Palmas siempre mantuvo una relación muy cordial".
Federico Páez: "En sus redes, el gol más importante de mi carrera"
A Federico Páez le tocó el honor de firmar una de las victorias más emotivas de la UD Las Palmas en San Mamés. El 4 de septiembre de 1971 Pierre Sinibaldi le indicó su misión como debutante en la delantera grancanaria, porque "no habían llegado los papeles del argentino Soto (aunque en realidad había nacido en Paraguay). Jugué y marqué aquel gol faltando pocos minutos para el final del partido". Páez no cabe en sí cuando habla del gol al Chopo. "Fue un punterazo, a la escuadra, desde el borde del área", precisa.
Pero años después, siendo Iñaki Sáez entrenador de los amarillos, Federico Páez se encontró de nuevo con Iríbar, que estaba de visita en la Isla. "Germán vino y le dijo: Iríbar, aquí tienes a Páez, que te marcó el gol aquel de la victoria nuestra en San Mamés. Y él respondió risueño: me cogiste dormido aquella tarde. Fue el tanto más importante de mi carrera, por la importancia que tuvo aquel día y en los años posteriores. Todavía hoy lo recordamos".