Habría que remontarse hasta el ejercicio 1993-94 (Segunda División B, dirigido por Iñaki Sáez) para encontrar una UD Las Palmas tan canaria como la actual, al menos de manera porcentual. 25 jugadores isleños están a las órdenes de Sergio Lobera, en espera de que este lunes se incorpore a la concentración sureña Nauzet Alemán. Y sólo cuatro forasteros (Corrales, Javi Guerrero, Pignol y Barbosa) completan los refuerzos del exterior, también a expensas de que esta semana pueda cerrarse alguno de los tres fichajes que ha previsto la comisión deportiva. A recordar: gestiones que se realizan para añadir un defensa central y dos delanteros, con las dos plazas no comunitarias disponibles para estas licencias.

Pero es muy llamativa la reducción que se ha producido de manera progresiva en las seis últimas temporadas en el capítulo de los jugadores no canarios: desde los 21 del ejercicio 2007-08 (iniciado por Juanito Rodríguez y acabado por Juan Manuel Rodríguez), los 17 de las campañas 2008-09 (Juan Manuel, luego Javier Vidales y Paco Castellano) y 2009-10 (Sergio Kresic inicia pero termina Jémez), los 13 de la 2010-11 (Jémez, luego Juan Manuel) hasta los 9 de la pasada temporada (Juan Manuel, de principio a fin).

El proyecto de cantera, como plataforma dominante en la nómina del club, es una realidad. En aquella temporada de hace 19 años, Iñaki Sáez sólo incorporó al defensa vasco Xabier (procedente del Lugo), el centrocampista Carlos Martínez (liberado por la Real Sociedad) y al delantero Arturo Patiño (cedido por el Deportivo de La Coruña). Todos los demás futbolistas eran canarios. Un año antes, en el primer ejercicio de Segunda B (1992-93), la reducción de los forasteros se limitó al croata Dragan Skocic (procedente del Rijeka) y al delantero Enrique Cuxart (del Espanyol).

Esa propuesta de canarios decayó por la presión de volver a la Liga Profesional, logrando el objetivo Las Palmas en 1995-96 con un total de 14 jugadores procedentes del exterior. En estas veinte últimas temporadas, la de mayor presencia de jugadores ajenos a las islas es la de 2000-01 (22 futbolistas), undécimo puesto en Primera División.

Y por más que el consejo intente explicar que la filosofía que impera es la de un plantel de jugadores canarios aliñado con futbolistas de otros lugares, la constatación de esa realidad es posible certificarla al observar la fotografía que ilustra esta misma información: Cuatro, aunque pronto llegarán los complementos.