El balón que viajó del Estadio Bernabéu a Pío XII
11/07/2012

Miguel Ángel Santana entregó al historiador De Armas el esférico de la final de Copa juvenil de 1972, el del único título nacional de la sexagenaria UD Las Palmas

Durante treinta y tantos años, Miguel Ángel Santana (1 de noviembre de 1953) conservó bajo su tutela un tesoro rescatado aquel 8 de julio de 1972, el día que la UD Las Palmas juvenil batió 1-2 al mismísimo Real Madrid en el Estadio Santiago Bernabéuy se trajo para la isla la Copa de España. Aquel esférico de cuero, castigado por el tiempo y que conservaba la firma de todos los jugadores que estuvieron a las órdenes de Manolo Torres, es un objeto de una gran carga sentimental, que gentilmente el ex futbolista obsequió al historiador y consejero de la UD Las Palmas, Antonio De Armas, hombre que sigue labrando surco a surco el catálogo de las piezas que compondrán el futuro museo de la entidad amarilla. "Verlo de nuevo me produce una enorme emoción", comentaba el que fuera destacado valor del equipo juvenil y posteriormente punzante delantero del conjunto profesional grancanario. "El balón estuvo en mi casa todo ese tiempo pero De Armas, que siempre se interesó por nuestro equipo juvenil campeón de España, me lo pidió. Se lo entregué con absoluta confianza porque sé que no puede estar en mejores manos. Al verlo de nuevo hoy, después de estos años, me proporcionó la alegría de encontrar a un viejo amigo".

Ese balón está bajo llave en la sede social de Pío XII, cuarenta años después del éxito del equipo juvenil que el propio Antonio De Armas considera como "la mayor conquista en la historia de la Unión Deportiva como club, porque es la única copa de campeón que tenemos asociada a un título absoluto, en este caso de categoría juvenil". La escenificación de la entrega se repite ante la cámara de Tinta Amarilla.es sin dejar ambos de expresar las emociones que conlleva el reencuentro con un objeto que, sin duda, merecerá estar en las vitrinas de la futura exposición.

Antonio De Armas y Miguel Ángel Santana escenifican la entrega del balón de la final de Copa de 1972, cuarenta años después de la final disputada en el Estadio Santiago Bernabéu (C. Torres)

"El balón está en buenas manos con el historiador"

"La victoria en la final fue algo sensacional en la vida de nuestra generación, de nuestro equipo", recuerda Miguel Ángel. "Hay una confusión: yo no marqué el segundo gol, participé en él, fue obra de Leonardo. Pero tenía la ilusión de quedarme con el balón al finalizar el encuentro. Los cinco últimos minutos del partido, con ventaja nuestra en el marcador, lo disfrutamos con la posesión. Yo me iba a los corners a retener el cuero y fue allí donde se produjo el pitido final. Me quedé con él, pero el árbitro vino y me lo pidió insistentemente, algo enfadado". Miguel Ángel cuenta la historia con refrescante memoria. "Alguien convenció luego al colegiado y así el balón finalmente quedó en mis manos para traerlo a Gran Canaria con la expedición".

Tan preciado juguete, sin embargo, tuvo aún una segunda etapa de actividad en casa de los Santana porque "como yo me fui a la mili, uno de mis hermanos -éramos nueve- lo cogía y jugaba con él. Quizá entonces se deterioró un poco. Pero lo que significa este esférico para el fútbol canario es algo mayor todavía y por eso se conservé. Simboliza el único título nacional que ha ganado la UD Las Palmas como club y eso lo llevamos muy dentro los que fuimos jugadores de esa temporada".

El balón lleva la marca Invicto, aún intacta, y añade que era el utilizado en el campeonato de Primera División de aquella época. "De Armas, junto a Félix Noda, han sido las personas que más se han preocupado de nosotros a lo largo de estos años. Antes de que el actual historiador estuviera en la UD Las Palmas ningún otro directivo se ha preocupado por los campeones de 1972, eso debo aclararlo convenientemente. Nos reunieron con motivo del sesenta aniversario de la fundación del club y el actual consejo ha estado siempre atento a todos los jugadores de aquella plantilla; algunos han fallecido. El balón tenía algunas firmas deterioradas por el paso del tiempo y en aquella reciente celebración en las que nos volvimos a reunir recuperamos algunos de los autógrafos que se habían borrado".

"ELLOS DOMINARON, NOSOTROS RESOLVIMOS"

Miguel Ángel Santana (en la imagen de la derecha señala la copa de 1972 en las vitrinas del club) está marcado por el título juvenil. Admite que "ganar la final del 72 no resultó nada fácil. Ellos dominaron, especialmente en el primer tiempo, pero nosotros fuimos más resolutivos en la segunda parte", habla con regocijo el extremo zurdo, que en su hoja de servicio en la UD Las Palmas fue partícipe titular de la gran victoria sobre el Torino (4-0), considerada como el mejor encuentro de la historia del club grancanario.

"Fui el máximo goleador de aquel torneo y unos meses después debuté con la UD Las Palmas, con una ilusión increíble", prosigue. "Mis primeros momentos en el equipo fueron maravillosos porque me sentía como yo era, pero en la dinámica de la competición reconozco que mi voluntad se debilitó con el paso del tiempo. Me fui apagando poco a poco, año a año. El público se metió conmigo en el Insular, llevado por una fama inmerecida y una crítica que no fue justa conmigo. Fui perdiendo la ilusión en el fútbol profesional hasta desaparecer".

GRAN PARTIDO ANTE EL BAYERN DE MUNICH

Antonio De Armas, que escucha la entrevista, le rescata a Miguel Ángel algunos episodios de su etapa profesional con la UD Las Palmas, en especial el encuentro amistoso con el Bayern de Munich capitaneado por Frank Beckenbauer. "Los alemanes estaban asombrados con Miguel Ángel", subraya el consejero. "Sí, es verdad, hice un gran partido aquel día. Y hasta me saqué una foto con el kaiser, que conservo también como un tesoro. ¿Mi mejor gol?. Todo el mundo se acuerda de la victoria en Valencia, pero mi mejor tanto lo marqué en el Cádiz. No, mejor: en Fuengirola contra el Granada, porque tras un saque de centro del campo empecé a regatear hasta el área y marqué el empate. Ese tanto fue memorable".

Prosigue el repaso de su etapa como profesional. "En la Unión Deportiva coincidí con grandes jugadores. Estaba mi ídolo personal, que era Germán. A mí no me preocupaba la calidad de los futbolistas que tenía delante para competir por el puesto, porque cuando confiaba en mis posibilidades era capaz de todo. En aquella época había chavales de filiales que tenían unas condiciones asombrosas y no llegaron a consolidarse como Carmelín, José Luis, Antoñito Jorge, ... tenían condiciones para ser grandes jugadores de la Liga, pero no ocurrió".

EL GESTO ELEGANTE DE IÑAKI SÁEZ

Los recuerdos de Miguel Ángel como profesional rozan cierta tortura porque la grada ejerció una presión dolorosa sobre su moral: "Un día lloraba en el campo, en el Estadio Insular, porque me decían muchas cosas para desanimarme. Todo ello contagiado por ciertos comentarios periodísticos dañinos. Era un partido contra el Athletic de Bilbao y tenía que marcarme el lateral Iñaki Sáez (más tarde entrenador y secretario técnico de la UD Las Palmas de 1993 a 1995). Él se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo y se acercó para consolarme. Me dijo que yo era el mejor extremo del equipo y que no debía hacerle caso a los aficionados. Eso habla de la grandeza de este deportista. Me dio una lección como persona".


De Armas: "Miguel Ángel marcó las diferencias en aquella generación"

El recordatorio de Antonio De Armas a la figura de Miguel Ángel lo eleva a categoría de líder de aquella generación campeona. "Al igual que Germán, en la etapa de los Diablillos Amarillos, el jugador que marcaba la diferencia en 1972 era Miguel Ángel. Porque tenía también una estructura de futbolista total por su capacidad técnica, física, ... Cuando él partía desde atrás ofrecía una fuerza extraordinaria al equipo y una visión ofensiva brillante. Miguel Ángel destacaba entre un grupo de notables futbolistas como pudieron ser Oramas, el pulmón Félix, Leonardo, ... pero Miguel Ángel marcaba diferencias".

El ex jugador, que escucha al ilustrado consejero, suspira y añade una síntesis: "Eso es un don que nos da el Señor".

"La Copa del Rey, una camiseta de la final con el número seis, el mismo balón y otros objetos estarán en el museo del club", añade el consejero historiador, que también subraya que "las fotografías de aquellos futbolistas ya están en la sala vip del Estadio de Gran Canaria. Nosotros no nos olvidamos de estos campeones a los que tenemos un cariño especial, como a Manolo Torres -el técnico- porque marcó nuestra infancia como jugador y fue un entrenador también extraordinario". Interrumpe Miguel Ángel: "el mejor que he tenido, el que más he comprendido y él a mí. Me trataba con afecto y logró sacarme un rendimiento asombroso en los terrenos de juego. Siempre que me pregunten por él diré que es el mejor entrenador de la cantera canaria", sentencia.

"Fue alma mater de este gran éxito que todos tenemos en nuestra mente de manera perenne", culmina De Armas.

Manuel Borrego

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