MARTEL: "La lucha necesita que los controles antidopaje vuelvan ya"
08/07/2012

El mandador del Castro Morales señala en su despedida que "la salud de los deportistas debe ser prioritario, como antaño"

Al Castro Morales le ha faltado un plus esta temporada para coronar la Liga Insular o el Torneo de La Caja en ambas finales, donde el Almogarén resultó victorioso. Y le quedó dar un paso más en el Campeonato Regional donde hasta la penúltima jornada exprimió sus posibilidades de luchar por el título. Al conjunto teldense le sobraron las lesiones de Cirio Santana, más tarde Jorge Rivero, Antonio Santana, Oliver Mejías, Mamé Jiménez ... y hasta el mismísimo Moisés Pérez, la sensación de la campaña. También le perjudicaron las ausencias en plena travesía, por razones diversas, de Ayoze Travieso, Yeray Hernández o David Toledo. Con todo, su campaña termina con una sensación de no haber saboreado con intensidad aquel original proyecto. "Pero por fin llegamos a la orilla", apunta Juan Martel, el mandador que este sábado se retiraba después de ocho años al frente del histórico club. "Nos vemos obligados a dejarlo por razones profesionales y por agotamiento también; son tiempos difíciles y hemos de emprender un nuevo camino". El técnico teldense analiza para Tinta Amarilla.es el momento de su club y de la lucha canaria, donde comprende que "es necesario que vuelvan los controles antidopajes, como antaño".

Juan Martel susurra al oído a Mamé Jiménez lo que ha de hacer en una luchada contra el Almogarén (C. Torres)

"Nuestro deporte, si quiere progresar, necesita gente que no entienda nada de lucha canaria"

- ¿Cuál es el balance general que puede realizar en estas ocho temporadas al frente del equipo?

- El Castro Morales ha vivido una etapa de mucho protagonismo. Hemos estado bien aunque la mejor de todas las campañas fue la primera porque llegamos a una final Regional. Fue un comienzo difícil, además, donde se consiguieron resultados importantes después de un cambio de metodología en los entrenamientos del equipo.

- ¿En qué momento localiza al Castro Morales cuando usted deja la entidad?

- El momento del club es muy bueno porque sigue contando con el arrope del aficionado. Lo hemos podido comprobar durante algunas luchadas de esta temporada donde el terrero volvió a llenarse como hacía tiempo. Pero el club y el deporte en general necesita que las instituciones se involucren más. No estoy hablando de dinero ... estoy tratando de explicar que el Ayuntamiento de Telde puede servir como nexo para que exista una relación mejor de los empresarios teldenses y nuestro deporte. Esas puertas las puede abrir la corporación porque el club, en solitario, tiene muchas dificultades. Por desgracia todo en nuestra sociedad se maneja en función del dinero y nosotros no podemos funcionar con cuatro perras.

- ¿Ha sido un acierto o un error venir a Las Huesas?

-  Un acierto total. Estamos en un terrero amplio, que colma nuestras necesidades como club. Es cómodo para nuestros aficionados, pero ya digo que el problema es otro.

- ¿Cómo está la lucha en Telde, una ciudad que otrora llegó a tener casi una decena de equipos ...?

- Es cierto que la lucha en Telde, como en tantos otros municipios de Canarias, ha pasado su época dorada. Pero ello no significa que no se esté trabajando en una buena dirección, ajustándose al momento que atraviesa la sociedad y la economía actual. El Castro Morales es ahora el club de la ciudad, con una estructura correcta en cuanto a lo deportivo. Auguro que en tres temporadas va a poseer un equipo juvenil que será de lo mejor en Gran Canaria, producto de ese trabajo que está realizando en silencio Gonzalo Pulido.

- ¿Qué soluciones aportaría usted al mundo de la lucha para su progresión?

- El problema de la lucha canaria es más complejo de lo que parece. A la lucha canaria le haría bien que viniera gente que no entienda nada de lucha canaria. Parece una contradicción pero entiendo que existen unos vicios consolidados y que no son buenos para nadie. Debe llegar gente nueva que aplique el reglamento al pie de la letra y que no lo siga interpretando en función de amistades e intereses particulares entre clubes y federaciones. Esto ocurre todos los días. Suelo decir que nuestro deporte se ha convertido en una guerra entre nosotros mismos. Somos capaces de sacarnos los ojos para hacer ver que el otro está tuerto.

- (Tras risas mutuas) Está claro: usted no está conforme.

- Seamos claros. En la lucha canaria hay cosas que deben volver a cómo estaban antes, en otra época. Debe imperar la protección de la salud de los deportistas. Salta a la vista: la lucha canaria necesita que los controles antidopaje vuelvan ya. No lo digo por nadie en general, sino en todas partes. La salud de los luchadores debe volver a ser un asunto prioritario ...

- Háganos un balance general de esta temporada:

- No puedo sentirme del todo insastifecho porque estuvimos cerca de casi todos los títulos a pesar de las dificultades que hemos encontrado durante la temporada. Sin embargo, el resultado general del equipo quedó por debajo de las expectativas que habíamos generado al comienzo de la campaña.

- ¿Qué aportó Catire IV?

- Ha sido un luchador discutido, de ello somos conscientes. Pero venía de una lesión y comprendió que tenía que ser un componente muy sacrificado de nuestro equipo. Ha acabado la campaña muy recuperado en relación a su comienzo. Pero, en general, creo que Catire ha sufrido un castigo arbitral que no ha guardado proporción con el resto de luchadores.

- ¿A quién destaca de su equipo, quizá Moisés Pérez?

- Sin duda. Este año Moisés (imagen de la derecha) ha sido la gran sorpresa, un descubrimiento para la lucha en Gran Canaria. Es el principal escudero de Catire y, en algunos momentos de la campaña, fue nuestro verdadero puntal. Moisés se ha revalorizado con su año en el Castro Morales.

- ¿Aquella lesión de Cirio Santana le rompió los planes?

- Por supuesto, nos cambió toda la idea que teníamos para el equipo porque la plantilla la confeccionamos en base a su participación. Pero se lesionó pronto y tuvimos que hacer cambios en el grupo. Planificar dos veces una temporada no suele ser bueno.

Manuel Borrego

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