"La promoción de la isla con el basket es incalculable"
06/07/2012

Lisandro Hernández, presidente de la reconversión del club en SAD hace veinte años, analiza cuáles fueron las claves de los éxitos bajo su mandato

30 de junio de 1992: el CB Gran Canaria abandona su condición de club ascensorista y se establece una sociedad anónima deportiva con raíces muy profundas en la Liga ACB. Llegan los mejores años de la entidad con un presidente, Lisandro Hernández, que se ha convertido en un referente histórico del deporte en Gran Canaria. Veinte años de la reconversión del club en sociedad anónima deportiva después saborea con tranquilidad todos sus logros y el depósito de una herencia que se construye en Siete Palmas. Sin embargo no deja de observar una idea que entiende como plataforma de futuro: el proyecto de fusión entre el club y el Pabellón Multiusos del Mundobasket 2014. "Tenemos que imitar lo que ha hecho Málaga con su recinto de juego", afirma porque cree en un salto cualitativo después del Mundial, que permitiría a la entidad alejarse más del flujo económico cabildicio que aún le da vida.

"Para lograr convertirnos en Sociedad Anónima teníamos que estar pegados a la UD Las Palmas"

- Luis Sicilia dijo en entrevista a Tinta Amarilla que aquellos sucesos del 92 habían servido para reflotar a la UD Las Palmas sumergida en deudas, pero que fueron ingenuos al pensar que era la solución definitiva a la vista de lo ocurrido posteriormente. ¿Qué significó, en cambio, la reconversión del Gran Canaria en sociedad anónima deportiva?

- El CB Gran Canaria no habría sido capaz por sí solo de haber cubierto el capital social exigido. Eso lo entendimos desde el primer segundo de aquella campaña. Nosotros consideramos que nuestra solución era apoyarnos en la UD Las Palmas, aunque en aquel momento su situación deportiva lamentablemente distaba mucho de la nuestra porque había sufrido un descenso a Segunda División B. Teníamos que pegarnos a ellos y hacernos valer ante el Cabildo Insular. Y así ocurrió. Gonzalo Angulo fue el gran valedor en aquellos días de nuestro baloncesto y, junto a la iniciativa de Jesús Gómez, hicieron posible todo ello a través de una apuesta dineraria del Cabildo que fue clara y amplia

- Fue una solución y un impulso definitivo para el deporte de la canasta ...

- Sin duda. Fue un paso determinante para que el futuro del club estuviera en la máxima categoría nacional, que era la ACB. Porque antes competíamos en categorías nacionales de manera casi amistosa; éramos pseudoprofesionales. Pero no teníamos exigencias como las que nos impondría la Liga, de ahí que pasamos a un plano diferente desde la conversión en sociedad anónima.

- ¿Qué gestos populares recuerda de aquellos días tan duros?

- Fueron jornadas muy intensas. Nosotros éramos los invitados que entraron en un portal en el momento preciso y en la hora oportuna. Luis Sicilia, con quien me une a amistad de muchos años, y yo fuimos los galgos que acudían a todas partes; corriendo, buscando apoyos de todos. Nuestro trabajo era hacer que la sociedad grancanaria se implicara porque ambos clubes íbamos a ser el orgullo de nuestra capital en el deporte, con una representación adecuada de nuestra sociedad. Fue un trabajo que hicimos con mucha ilusión y, todas las tardes, con Jesús Gómez que estaba de baja con una pierna escayolada, nos reuníamos para cambiar impresiones. Reconozco que la fuerza la tenía la UD Las Palmas y nosotros nos metimos en ese huequecito que permitía darnos la posibilidad de saltar a la Liga Profesional que estábamos buscando.

- ¿Cómo consiguió Lisandro ‘apolitizar' el club durante tantos años siendo el accionista mayoritario el Cabildo de Gran Canaria?

- Hubo unos años en el que se produjo la continuidad del equipo de gobierno de aquel momento. Conseguimos en el Cabildo un apoyo unánime porque comprendieron que éramos un grupo de personas por y para el baloncesto. Sabían que no nos íbamos a aprovechar profesional y económicamente de una situación deportiva. Y eso se llevó a cabo para contar con un apoyo incondicional y sin intervencionismo político; nos reuníamos cuando era necesario. Esa confianza que había entre las personas que estaban en el Cabildo y las del club fue la que generó el éxito del Gran Canaria, sin duda alguna.


"El club no se politizó y el Cabildo siempre estuvo de acuerdo con nuestra gestión"

 

- Buen dribling; la pregunta es ¿cómo consiguió ‘apolitizar' ...?

- No, no ‘apolitizamos' nada. Trabajamos por una idea, por una ilusión en la que no podíamos nada a cambio. Involucramos en el club, al contrario, a nuestros propios clientes y amigos personales. Mucha gente de la sociedad grancanaria se sumergió en el baloncesto, con un ascenso inmediato a la Liga ACB. Por desgracia la UD Las Palmas estuvo en unas categorías inferiores, pero nosotros éramos capaces de meternos en Copa del Rey, de ganar a los grandes, ... y eso nos daba una fuerza moral extraordinaria ya que los resultaban reflejaban que lo que hacíamos estaba bien hecho. Si los políticos veían que no nos llevábamos duros al bolsillo y el club mejoraba ... entonces es lógico que nunca se politizó en momento alguno durante nuestra etapa.

- ¿Cómo evalúa la marca Gran Canaria a través de la plataforma del basket en esos años posteriores a la reconversión?

- La ACB hacía estudios año a año de lo que suponía la apuesta publicitaria en el baloncesto y la valoración de la promoción que hicimos de Gran Canaria a través del baloncesto ha sido incalculable. Sin embargo, aquí casi nadie lo ha tenido en consideración. En la Península especialmente nos han localizado mejor a partir de entonces, porque el nombre de la UD Las Palmas tiene otra identificación que la gente siempre sabría localizar. Pero la aportación de Gran Canaria a través del baloncesto fue un acierto histórico, porque no hay Patronato de Turismo que pudiera proyectar con tanta claridad lo que el club ha realizado en estos años.

- ¿Su decisión más difícil como presidente?

- Irme del club.

- ¿Por qué?

- Puede ser vanidoso lo que voy a afirmar. Nací en este club, me formé en este club, trabajé para él y me tuve que ir del club de mi vida. Me levantaba y pensaba en él, .... Mi marcha supuso un cambio de vida absoluto porque es mi sangre. Toda mi familia vive en torno al baloncesto.


"Lo que hicimos fue con honestidad y la historia dice que teníamos razón"

 

- ¿Se sintió maltratado en ese momento?

- Sí; no doy nombres, pero los tengo identificados. ¿Por qué ocurrió?. Todo el mundo que ha mejorado en la vida es objeto de críticas. Y en nuestra tierra hay gente que piensa que no es normal que existan personas que puedan mejorar de manera decente en nuestra sociedad. Y al que lo consigue hay que matarlo. Hay que intentar ver qué hay detrás. El deporte me ha dado todo, sin embargo, como persona; como profesional me he buscado la vida por otro lado.

- ¿La afición ha sabido valor correctamente la gestión de tu equipo directivo?

- Lo que hicimos fue con honestidad y la historia dice que teníamos razón. Y el aficionado tendrá una opinión; pero pasado este tiempo, si tuviésemos que realizar una gestión en el club, habríamos dado los mismos pasos que antes.

- El patrocinador del equipo ha sido (y es) un caballo de batalla del Gran Canaria de baloncesto. ¿Cómo se explica que durante tantos años no se lograra un sponsor del nivel que lograron otros clubes de la categoría?

- Es lógico: la empresa canaria no tiene la mentalidad de la empresa peninsular, por ejemplo. Sí hago una crítica pues nuestra clase política en general, aunque no detallo porque existen personas que se preocuparon en ayudarnos, no utiliza los mecanismos que tiene en sus manos para poder encontrar los patrocinadores que necesita un proyecto como el del Gran Canaria en la Liga ACB. Hablo de los políticos grancanarios, en su mayoría, que no se han involucrado con nuestro equipo.

- ¿Cómo analiza la gestión global en esos veinte años desde el 92?

- Ha habido momentos malos también, como cuando estuvimos a punto de descender, cuando éramos neófitos y creíamos que un club se hacía con nombres y no con hombres. Cometimos muchos errores porque hubo temporadas en las que tuvimos cuatro mil jugadores y cada uno venía a hacer su negocio. Aprendimos que teníamos que salir del cementerio de elefantes, de los que venían a por el dinero. Y a partir de ahí logramos fichar a jugadores que querían al club, que respetaban el escudo y eso hizo que llegáramos a competir a tan alto nivel; ganarles a Barcelona, Madrid, Tau, ... aquí o en su casa, tener participación en las copas del Rey. Todo aquello fue alucinante, como cuando ganamos por primera vez al Real Madrid ... las lágrimas nos llegaban hasta el cogote.

- Cerramos los ojos: un equipo que empezó en la cancha de Rabadán le gana al campeón de Liga ...

- Eso es lo que digo. Con Pepe Moriana como entrenador en Rabadán, que luego ha sido el número uno como presidente de este club. Allí fui siendo niño a desayunar a las siete de la mañana con un bocadillo para luego jugar e ir a clase. ¡Cómo ha crecido ésto!

- Responda como aficionado: ¿el mejor jugador en la historia del Gran Canaria?

- (Rápido). Sin duda Savané y Jim Moran, los cito como pareja. No sólo por lo que hacían en la cancha, que ya era importantísimo, sino por lo que han supuesto para el desarrollo del club. En el caso de Savané nunca se valorará cómo logramos renovarle gracias a su voluntad cuando le ofrecían un contrato casi de Barcelona o Real Madrid. La entrega de ambos durante estos años han propiciado éxitos importantes en nuestra entidad. Forman parte de esa historia en las raíces del Gran Canaria.

- ¿Y el entrenador más valorado en su etapa?

- Los tres: Manolo Hussein, Salva Maldonado y Pedro Martínez. Mi valoración va más allá de lo técnico, porque han sido personas muy afines a lo que significaba el Gran Canaria, no sólo en lo deportivo. Eso quiere decir que el club tiene un algo dentro que nadie puede irse mal, sino que dejamos buen sabor de boca entre nuestra gente.


"El futuro del Gran Canaria pasa por imitar la gestión del Málaga en su pabellón. Hemos perdido dos años sin hacer nada"

 

- ¿Por qué Lisandro se sienta entre el público y no en el palco como ex presidente?

- Siempre me han invitado para que lo hiciera. Es decisión nuestra. Con el presidente anterior, que me lo pidió muchas veces, no me podía sentar en el palco porque estaba con un grupo de personas que eran las que forzaron mi salida del club. No me podía sentir cómodo allí. Y ahora, en cambio, no tendría inconveniente porque hay un consejo de administración fantástico, con un presidente magnífico, al que hay que apoyar incondicionalmente.

- ¿Qué opinión le merece ese templo en obras: Multiusos de Gran Canaria?

- Será un salto de calidad inmenso. Pero si no lo sabemos aprovechar será inviable el futuro del CB Gran Canaria. Debemos imitar de manera exacta lo que hizo Málaga porque el salto de calidad a este equipo se lo proporcionó el pabellón nuevo. Nosotros debemos realizarlo de manera clara y determinante; todavía no lo hemos planteado cuando ya está en marcha lo que es un Mundial y su entorno. Hemos perdido dos años sin hacer nada.

- ¿Teme una reproducción de las decisiones del Estadio de Gran Canaria y su uso con la UD Las Palmas?

- Entiendo que el fútbol no es lo mismo si el espectador no está lo más cerca del campo de juego. Y el baloncesto, igual. Pero el Estadio de Gran Canaria no habría sido tan criticado si la UD Las Palmas hubiese estado en Primera División. Aquí va a ocurrir lo mismo. Si el Gran Canaria se mantiene en la ACB, que el espectador esté más cerca o lejos no será determinante. Lo que va a ser importante es llenarlo, como se debate con el Estadio de Gran Canaria, que no se llena porque el espectáculo del fútbol no es atractivo como la Primera División. En el caso del Gran Canaria debe prepararse ya para el 2014 con campañas de captación de abonados acordes con lo que va a venir en la nueva instalación. Si nos preparamos bien tendremos baloncesto de alta calidad, pero con un apoyo del Cabildo inferior al actual.

- Le preguntamos tres personas que han jugado papel crucial en su etapa: Berdi Pérez, Himar Ojeda y Juan Carlos Cabrera.

- Empiezo por Juan Carlos, que es mi hermano. No podía haber estado veinte años en el club sin él, mi socio y mi amigo. Está en la sombra también Carlos Ardanaz; ambos me han permitido ser la cabeza visible de un proyecto de baloncesto y atendiendo mi trabajo de una manera indirecta. Los consejos de Juan Carlos Cabrera están tras los éxitos del Gran Canaria. Berdi Pérez e Himar Ojeda, como profesionales del club, saben mucho y son leales a la filosofía de nuestro club. Supieron interpretar la amistad o el trabajo, asumir errores y corregirlos, asimilar los éxitos con naturalidad. Berdi fue nuestro alma mater e Himar iba para ser nuestro futuro entrenador pero las circunstancias le llevaron a los despachos, donde ha realizado una ejemplar labor. Hay otra persona a la que me gustaría destacar que es Juanra Marrero, hoy con máxima responsabilidad. Siempre callado, en segundo plano, trabajando, ... Representa los valores del club en todas sus dimensiones.

Manuel Borrego

 

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