Un grupo de aficionados del Hércules, que el diario Información cifra en 150 personas, se ha manifestado en el Estadio Rico Pérez para rechazar la política del máximo accionista, Enrique Ortiz y, entre otras medidas, rechazar la vuelta del ex jugador de la UD Las Palmas, Javier Portillo, y la contratación del delantero Braulio Nóbrega. A su vez, muestran su solidaridad con el director deportivo del club, Sergio Fernández, principal opositor de la vuelta del delantero amarillo.

Un amplio manifiesto acompaña la protesta y en el punto cuarto se dice que "rechazamos el fichaje del jugador Javier Portillo, por el hecho gravísimo que supone la injerencia de un constructor en la planificación de la plantilla de un club de fútbol de una Liga Profesional, además del posible futuro cese de personas muy válidas en el organigrama del club y su sustitución por un asesor deportivo y secretario técnico de reputación más que dudosa, además del desmenuzamiento de uno de los mejores organigramas que ha podido jamás tener el Hércules, C.F. en cuanto a fútbol formativo. En cuanto a la futura incorporación del representado por Orts, el futbolista Braulio Nórega, consideramos también que sería más conveniente su no incorporación a la entidad por sus antecedentes penales por delitos sexuales, ya que su posible reincidencia podría influir en su juego en el equipo y en la ya de por sí muy dañada imagen del club".

En este clima tan hostil aún están las negociaciones en el Hércules, club en el que García Pitarch ha sido contatado como asesor deportivo con el aval de Ortiz, en una maniobra que se interpreta puede ensombrecer la gestión de Fernández. Ortiz es, además de dirigente, yerno de Portillo.