Cristian Martín gana la prueba Portuaria, mientras 200 nadadores se rebelan a la autorización oficial en Sardina del Norte
Las travesías del verano 2012 calientan motores a un ritmo vertiginoso. En el pasado fin de semana, la prueba de la Autoridad Portuaria y la de la VII Semana del Mundo Submarino en Sardina, Gáldar, pusieron en marcha a los más entusiastas nadadores, veteranos y jóvenes, que examinan sus capacidades para dominar el mar en muchas de sus versiones. La primera, celebrada el viernes a mediodía, fue como una balsa de aceite, con el triunfo final de Cristian Martín, mientras que la segunda, sirvió como aviso a navegantes, por su suspensión definitiva por la falta de la autorización final de la Capitanía general. A pesar de esto, los deportistas se lanzaron al mar en una auténtica demostración de rebeldía y amor por las buenas formas.
Cristian Martín puede catalogarse como el primer vencedor ‘travesiero' de un verano que empieza a asomar su cabeza por el calendario deportivo. El triatleta hizo una espectacular ‘carrera' en el muelle capitalino, donde finalmente 112 nadadores llegaron a la meta sin retirada ninguna. En ocho minutos, 48 segundos y 7 centésimas, Martín fue el más rápido en un recorrido que debía medir 1.000 metros, pero que siendo generosos se quedaba en los 750. Tras él, intentando batirse en un medio extraño al de sus habituales entrenamientos, la piscina, y la carencia de un traje de neopreno, llegaba el nadador grancanario del CN Sabadell, Carlos Leñador, 16 segundos y 74 centésimas más tarde (9:04.81), para completar el podio Rafael Henríquez (Las Palmas), con 9:26.46.
Tras ellos empezó el goteo de llegadas del resto de competidores, insertándose entre ellos las primeras féminas, que fueron, por orden, Irene Fleitas (Metropole), con 10:44.25; Elena Lampón (Metropole), 11:05.72; y Melodie Domínguez, 11:30.46.
Ricardo Armas (Salinas), del año 36, sería el más veterano de los participantes, subiendo a la embarcación que señalaba la meta en 15:51.98. Representantes de muchos clubes locales, Aguacan, Jescagua, Belén María, Ciudad Alta, La Cornisa y Victoria, de otras islas, Nonadamos, Escuevas y Colombino; y de fuera del Archipiélgao, como Murcia y Alcorcón, fueron buena cuenta de una edición que cierra habitualmente la Semana Olímpica Portuaria en un ambiente espléndido y relajado, en la que muchos cambian el almuerzo por competir antes de regresar a sus trabajos o tareas habituales.
Ese es el espíritu y la actitud que se sumerge en un deporte que difícilmente se deja batir por los trámites burocráticos. Así ocurrió dos días después en Sardina del Norte. Allí, en su muelle y playa se dieron cita una gran cantidad de nadadores, más de 200, con la ilusión de cumplir con una prueba participativa, en la que el orden de llegada pasa siempre a un segundo o tercer plano. En esta oportunidad las condiciones del mar eran perfectas, pero la organización se vio obligada a plegar su infraestructura por la falta de la autorización que debió llegar desde la Capitanía General.
Ese papel no era necesario, sin embargo, para que los deportistas decidieran cumplir con el suyo, se enfundaran sus trajes de baños, gorros y gafas y se lanzaran al mar para cubrir el recorrido con el que habían soñado la noche anterior. Y como en el dicho, "cuando no quieres caldo, pues dos tazas", los más entusiastas se atrevieron con una segunda ronda que demuestra que esta ‘fiebre' marina no tiene cura; y que a ella se suman hasta exolímpicas como Natalia Pulido Pulido, presente en la cita para compartir una jornada única con sus familiares.
La próxima, el 24 de Junio en Las Canteras, la Travesía de San Juan.