Por Fernando Sánchez
Siempre emocionan estos gestos. Portillo lanzó un zurdazo para el 1-0. Habría servido de mucho si el equipo hubiese protegido esa renta con más esmero, pero no pudo ser. Tuvo su dedicatoria, no obstante, con el balón bajo su camiseta y el chupete. Catorce jornadas de espera entre su último gol y el que firmó frente al Huesca, no obstante.