El mismo debate en distintos puntos del país o del planeta: la eliminación de pistas de atletismo en los campos de fútbol. La pasada semana, el Ayuntamiento de San Sebastián aprobó la autorización para que la Real Sociedad pudiera afrontar las obras de remodelación del Estadio de Anoeta, consistente en la eliminación de la pista atlética periférica al rectángulo de juego. La obra, según confirma el presidente del club txuri urdin Jokin Aperribay, costará la friolera de unos 55 millones de euros. O lo que es lo mismo, unos 53 millones más que la propuesta realizada días pasados por la UD Las Palmas con una actuación con propósitos idénticos en el Estadio de Gran Canaria.

El proyecto que maneja la Real Sociedad, actualmente en Primera División, contempla el derribo de los fondos de Anoeta y del anillo inferior para alcanzar un aforo de 40.000 espectadores, ocho mil más que en la actualidad. Se produciría un acercamiento de los graderíos hasta el campo de juego, invadiendo así la pista de atletismo, con lo que la superficie balompédica tendría que descender 2,40 metros en relación al nivel en el que se encuentra en la actualidad.

El Ayuntamiento de San Sebastián, sin embargo, ha anunciado que no tiene dinero para financiar una obra de tal magnitud, apenas 19 años después de la inauguración de aquel recinto de la Liga Profesional (13 de agosto de 1993). También el Gobierno Vasco, a través de su director de deportes, Patxi Mutiloa, se expresa en idéntica posición, aplazando la ayuda a los años venideros en función de la salida de la actual crisis económica. Recibe pues la propia Real Sociedad el cometido de encontrar las fórmulas de cobertura de tan importante presupuesto.

Además de todo ello, la Real Sociedad ha comunicado a sus socios que les esperarían cuatro años de incomodidades desde el momento en que se inicie la obra pues es el tiempo previsto para la ejecución del proyecto, sin descartar que en algunos momentos el club donostiarra jugará partidos en otra instalación cercana.

Contrasta notablemente esta iniciativa vasca con la propuesta que ha trasladado la UD Las Palmas al Instituto Insular de Deportes. La idea es la de instalar gradas supletorias en las pistas de atletismo, en los cuatro laterales del campo de juego, sacrificando los fondos. El coste total rondaría el millón y medio de euros, según expresó en la presentación de la propuesta el presidente Miguel Ángel Ramírez, aunque el presupuesto podría elevarse sensiblemente en función de las decisiones que se adopte. La entidad amarilla ha entregado a los responsables del Instituto Insular de Deportes y al propio consejero insular Lucas Bravo de Laguna el boceto de esta propuesta que pasa a estar en estudio, pendiente de su aprobación. Para empezar, la comparación entre las dos iniciativas es abismal para un mismo resultado.