
Los amarillos pierden ante un conjunto que tiró de profundidad de banquillo para superar su cargada semana
El Gran Canaria ve cortada su racha en la pista del Gescrap Bizkaia. Los tres triunfos consecutivos en la temporada quedan por el momento como el récord del curso de los amarillos. El Bilbao demostró ser superior en el global del encuentro. Pese al elevado número de partidos disputados en las dos últimas semanas, el conjunto vizcaíno tiró de profundidad de banquillo ante un Granca que tuvo su opción de haber hecho dudar a los locales en el segundo cuarto, pero que en el tercero se vio atenazado por la decisión local de meterse en la lucha por los puestos de play off. Los isleños, mientras, deberán esperar una mejor oportunidad seguir escapando de la lucha por la permanencia.
Bilbao salió con la marcha de la Euroliga. Ritmo vertiginoso en ataque, con un acierto en triples impresionante. Seis canastas de más allá desde el arco de 6,75 metros apabullan al Gran Canaria que se ve hasta con 14 puntos de desventaja en el marcador (22-8) en el primer cuarto. La velocidad de anotación perjudica a un conjunto como el amarillo, incapaz en toda la temporada de presentar la tarjeta ofensiva cercana a la centena de puntos que propone el juego bilbaíno en el primer cuarto.
Pero pronto se produciría un efecto compensador en el encuentro. El Gran Canaria negaba más activamente el triple al Bilbao, y el empuje que había supuesto para los locales la reciente participación europea empezaba a tirar en sentido contrario. Las piernas acusaban el esfuerzo de la semana ante el CSKA y los amarillos mostraban un mejor engrasamiento en sus movimientos, tanto en ataque como en defensa, para reavivar la aparentemente muerta lucha por la victoria.
La capacidad de encajar golpes del Gran Canaria y sus rebotes en las dos zonas fueron virtudes sobresalientes para sacar tajada del desajuste en el punto de mira de los tiradores bilbaínos. Con ello, el equipo de Pedro Martínez bajaba de la nube a los de Katsikaris colocándose a tres puntos (38-35) a un minuto para el descanso después de que Beirán anotara el tercer triple visitante en el encuentro.
La marca en el tiro exterior ha sido un hándicap muy grande para los isleños a lo largo de la temporada. Los tres aciertos en 12 intentos que se registraban al descanso había que compensarlo con lucha y una pelea por el rechace que produjo 21 rebotes para los visitantes (9 en ataque) ante los tan solo 13 locales (3 ofensivos).
El Bizkaia había dependido mucho de su juego exterior para ir por delante. Al descanso, los triples suponían más puntos (18), que las canastas dobles (14). Esas tres canastas de más con respecto a los visitantes y dos tiros libres de regalo que le dejó Cardús al cuadro de Katsikaris en la recta final marcaban los cinco puntos de diferencia del electrónico antes de llegar al kiosquillo de refrescos y roscas (42-35).
En paso por los vestuarios perjudicó al Gran Canaria notablemente. El Bilbao se recompuso energéticamente y a pesar de que los amarillos salieron con intenciones de remontar con rapidez tras un triple de Nelson (42-38), los locales ajustaron al máximo su defensa, bloquearon mejor los rebotes dieron un nuevo acelerón en el tercer cuarto difícil de seguir por los visitantes. Con rentas holgadas, superiores a la decena de puntos, el partido era coser y cantar para los vascos que encontraron en la frescura del examarillo Josh Fisher un primer freno a cualquier iniciativa de reacción grancanaria.