Tras el gol del empate 2-2 David García realizó una explosiva celebración en dirección al banquillo  isleño. Su testarazo, tras servicio desde el corner de Jonathan Viera, fue perfecto, elevándose por encima de los defensores del Almería (imágenes de la derecha) y haciendo inútil la estirada de Esteban.

Pero de inmediato corrió el capitán en dirección a su propia portería, fundiéndose en un abrazo con Mariano Barbosa. Ambos habían dejado una cuenta pendiente con el segundo gol de Leo Ulloa, tras error mutuo del portero y central grancanario. Juan Manuel Rodríguez lo valoró diciendo que "se produjeron tres cosas lamentables en esa jugada. La salida del campo de David González, Ruymán no hace falta a Goitom porque va al choque con un delantero poderoso, y luego una indecisión entre portero y central, que tiene que sacarla".

El fútbol tiene estas cosas. Instantes después de una bofeteda, besa.