Los amarillos vencen en Badalona y mantienen el sprint de los equipos que luchan por la permanencia
El Gran Canaria pone alas a sus pies en el momento más complicado de la temporada. Los amarillos realizan la segunda sorpresa consecutiva de la competición y baten al FIATC Joventut en Badalona. Con el segundo triunfo foráneo del curso, los de Pedro Martínez respiran algo mejor en una clasificación que compromete al Valladolid en la lucha por la permanencia y en la que el más mínimo despiste puede terminar por llevar a cualquiera a la Liga LEB.
Había que empezar el partido con mucha clarividencia en ataque y así lo hizo el Gran Canaria. Dowdell parece tomar ritmo y anota con cierta fluidez para que los amarillos tomen la primera ventaja (6-7). El equipo empieza a sumar miembros participativos en pos de la causa. Bramos se hace responsable del tiro exterior y Savané seduce con lo mejor de su repertorio en el juego interior.
Todo ello obliga a que los rivales tengan que dudar incluso de sus posibilidades. El Joventut, que llegaba al partido con una racha de victorias importante, tenía que recapitular en un primer tiempo muerto a los ocho minutos. Maldonado posicionó mejor a sus jugadores en defensa y el Gran Canaria se precipitaba con tiros bien seleccionados, pero mal ejecutados desde el perímetro. El primer cuarto se desarrolló con escasa anotación, en una progresión de puntos que le interesa al Gran Canaria (13-16), ya que no se advertía que se llegara al final del partido por encima de los 70 puntos por parte de ninguno de los dos equipos.
El Granca, cuando se propone como un equipo serio en defensa y también con brotes de magisterio ofensivo, es capaz de lo mejor. Así, con una propuesta de juego colectivo y dinámico en el que a casi nadie le tiembla la muñeca se llegó a tener hasta 6 puntos de renta 21-27 que sólo dos estelares triples de Obasohan podrían desbaratar (27-27). En ese instante aparece, sin embargo, el lado oscuro de los amarillos; se diluyen en su concentración y permiten que el rival resurja de sus cenizas como lo hizo el Joventut para ponerse con una ventaja no sólo en el marcador, sino también en la carrera piscológica del choque (31-27).
En el tercer cuarto los dos equipos salieron con la quinta marcha puesta en ataque. Las defensas tenían muchos problemas para hacer su trabajo; y el marcador se aceleró de una manera sobresaliente. Las acciones de canasta más tiro adicional de los amarillos se sucedían en el aro badalonés, aunque el Granca desde la línea de tiros libres tiene serios problemas de ejecución en ocasiones.
A estas alturas del curso, los de Pedro Martínez han conseguido regularizar su rendimiento en los partidos. La victoria ante el Barcelona parece haber ayudado mucho en eso. A pesar de ese incidente del final del tercer cuarto, se aguantó el tirón ofensivo que pretendió dar el Badalona y la presión del pabellón olímpico parecía hacer poca mella en la moral y la concentración. Con 52-61 en el marcador, los amarillos tenían la mayor ventaja del partido a seis minutos para el final del choque tras el primer triple anotado por Tomás Bellas, y que corregía el mal porcentaje de aciertos desde más allá del arco de sus compañeros.
Singularmente, lo que había sido el punto flaco de los de Pedro Martínez se convirtió en su mano salvadora. Bramos metía más madera en el horno verdinegro, con un triple que dejaba las rentas por primera vez por encima de los diez puntos (54-66) y obligaba a Salva Maldonado a rescatar a sus jugadores del fango en el que estaban metidos.
Pero el Granca está dispuesto a "darlo todo", como pedía su entrenador en la previa del choque. Luchando por cada balón presionaba a un Joventut que necesitó tirar de argumentos como los de Barton, su hombre revulsivo, o Pooh Jeter para intentar la remontada, hasta que Haynes puso la puntilla a un minuto para el final con un triple que dejaba el partido casi inalcanzable para ellos (65-74) y la segunda victoria como visitante de la temporada en manos de los amarillos, aunque los últimos 40 segundos de partido se hicieron interminable con Tomás Bellas constantemente en la línea de tiros libres.