La UD pudo compensar su mal partido con un penalti que malogró su centrocampista instantes antes de que el Córdoba sentenciara el encuentro
Los puntos del Nuevo Arcángel se resolvieron en cinco minutos aciagos para la UD Las Palmas, si bien el Córdoba fabricó su victoria durante hora y media de intenso trabajo en todas las parcelas del campo. Pero la definición del encuentro llegó a estar en manos de Vitolo. Un penalti señalado por el colegiado Lesma López (que instantes antes se comió otras manos en el área andaluza) colocó a la UD Las Palmas en posición ganadora cuando la segunda parte ya entraba en la recta final. Vitolo quería dedicar el tanto a su padre, ingresado mientras él ha realizado este desplazamiento con sus compañeros, sin embargo su lanzamiento lo adivinó el portero local Alberto y abortó la gran ocasión canaria.
El tren de los aspirantes a la promoción había hecho escala en espera del equipo grancanario que, durante una hora, se había mostrado incapaz de contener la ofensiva cordobesa. Una y otra vez el conjunto de Jémez encontró huecos por las bandas para penetrar pero sus hombres de vanguardia estuvieron este domingo desacertados, sin precisión en el remate o bien encontraron a Mariano Barbosa un obstáculo insalvable. El Córdoba era capaz de cortocircuitar a David González en el nacimiento del juego grancanario y, además, lanzaba a sus peones hacia el área provocando el pánico en al menos cinco oportunidades a quemarropa. La mejor noticia era el empate sin goles y la sensación de que Las Palmas podría obrar de manera distinta cuando se adueñara del balón.
Tras esa fase larga de desgaste, Las Palmas fue avanzando poco a poco sus líneas para alcanzar el momento cumbre del partido con todos los pronunciamientos teóricos a su favor. El penalti malogrado por Vitolo, sin embargo, invirtió los acontecimientos porque, con la espoleta quitada, el Córdoba se lanzó en la búsqueda de los tres puntos. Cinco minutos después de aquel error llegó el cabezazo ganador de Patiño, en una acción más de tiralíneas por la banda izquierda.
Se quedaron los jugadores de Juan Manuel Rodríguez sin respuesta, heridos mentalmente sobre el terreno de juego. Pero lo peor no había llegado: Jonathan Viera perdió los nervios y cometió un intento de agresión al final del choque, en el descuento, que añade viñagre en los postres de un encuentro que nació mal, se desarrolló peor y acabó de la forma más negativa.
El Córdoba demostró este domingo que no es un hecho casual su presencia en la zona noble de la clasificación; Las Palmas también que existen muchas carencias en su juego lejos de la Isla ... porque acaba bendiciendo su excelente cosecha como equipo local. Eso es lo que le evitaría complicaciones cuando ya la Liga entra en el tramo de las definiciones.