Los amarillos pierden ante el vigente campeón de Copa del Rey, el Real Madrid, pese a la sobresaliente aportación de Palacios (23 puntos) y Bramos (22)
El Gran Canaria sufre un duro reencuentro con la competición y cae derrotado ante el Real Madrid por 90-72. Los de Pedro Martínez evidenciaron su falta de ritmo en los primeros compases frente al vigente campeón de la Copa del Rey, que vive un momento dulce de juego; y aunque gracias a la clarividencia ofensiva de hombres como Palacios, Bramos o Beirán le permitían creer en la sorpresa, los amarillos volvieron a colisionar con la defensa local para terminar con una derrota que se puede considerar hasta decorosa.
Tenía un problema en defensa muy grande el Gran Canaria. El Madrid no es defendible jugando con la seguridad que tiene en estos momentos y al nivel que lo está haciendo el conjunto de Pablo Laso. LLull, Mirotic, Tomic, y casi cualquiera de la plantilla local, con la resaca de la victoria copera aún latente, parecía tener licencia para matar en el aro grancanario. Así, a pesar de que Savané culminaba extraordinariamente una contra con su mate número 100 en la máxima competición española para establecer el 22-11 en el electrónico a los 13 minutos de partido, en el segundo cuarto los locales llegaron a tener hasta 20 puntos de ventaja (40-20) y una progresión en sus anotaciones que anunciaba un marcador espectacular al final del partido.
Martínez se vio necesitado de tirar de lo mejor de su formación, y a base de ajustar algo más su defensa y contando con un pequeño relajamiento blanco, estas diferencias se redujeron satisfactoriamente hasta los 14 puntos del descanso, pero con un peligro latente, el Madrid, aunque a menor ritmo, seguía anotando con cierta fluidez y amenazaba con un tercer cuarto que podría resultar un calvario para los amarillos (48-34).
En los vestuarios, sin embargo, fue el Gran Canaria el equipo que supo traducir mejor la situación del partido. Reforzando su juego en defensa aprovechó el exceso de confianza de los madridistas y en menos de seis minutos logró un parcial 8-18 que estrechaba sorprendentemente las diferencias en el electrónico. Beirán y Bramos desde el juego interior, y con Palacios abriendo aún más la defensa con sus triples el marcador se situaba en un ajustado 56-52 que provocaba el tiempo muerto arengador de Laso.
Palacios estaba siendo una pesadilla para ellos. El colombiano va haciendo cada vez mejor las cosas. Ante un equipo como el Madrid era capaz de anotar sin errores en los lanzamientos de dos puntos (4/4), con mínimo error en los triples (2/3) y pleno en tiros libres (2/2). Sus 16 puntos y los 19 de Bramos eran el ‘manchón' de la defensa blanca.
Pero eran pocos argumentos para sorprender al vigente campeón de la Copa del Rey. Los de Laso tradujeron bien las palabras de su técnico en el último tiempo muerto; bloquearon el ataque amarillo y llegaron a los primeros compases del último cuarto con ventaja en el marcador (70-57) que podría resultar escasa si el orden del electrónico fuera inverso, pero suficiente para que los locales tuvieran un final de partido algo plácido.
Así, el Madrid sólo tenía que administrar bien su renta, y el Gran Canaria, con las piernas ya sin combustibles, caía una y otra vez en la red defensiva local impidiendo con ello cualquier rebrote esperanzador de una remontada.