Los jugadores de Pedro Martínez venden cara su derrota ante el Baskonia
El Gran Canaria se quedó a muy poco de la sorpresa en Vitoria. Los amarillos cayeron por 71-67 ante el Baskonia en el renovado Fernando Buesa Arena, que reabría sus puertas en el mismo día que se producía la visita isleña. El conjunto de Pedro Martínez realizó una buena primera parte, padeció su bache de juego en el inicio del tercer cuarto; y fue capaz de remontar hasta 15 puntos de desventaja, pero la superioridad del Caja Laboral quedó manifiesta en la recta final, donde jugadores como Teletovic o Bieliça hicieron imposible la gesta.
Pedro Martínez pedía Algo fuera de lo normal en esta segunda parte de la competición regular para compensar lo realizado en la primera. El Gran Canaria mostró en Vitoria que puede estar capacitado para hacer realidad los deseos de su técnico; aunque en sus filas aún se cuente con la baja de Spencer Nelson, la ausencia de un refuerzo en el perímetro y la fuera de forma de un hombre importante como Taurean Green. A pesar de esos inconvenientes, el Granca compitió hasta el último instante con un conjunto de la Euroliga -aunque esté ya eliminado, la temporada próxima volverá a disputarla-.
Las deficiencias isleñas no fueron un hándicap excesivo durante el partido. El Gran Canaria empezó tomando las riendas con dos anotaciones de Haynes (0-5) y conseguía mantener esa delantera hasta prácticamente el último minuto del primer cuarto en el que Teletovic y Heurtel reivindicaban la teórica superioridad local (19-18).
Los de Dusko Ivanovic tomaban consciencia de que tenían que ponerse las pilas para derrotar a un conjunto que sólo ha logrado dos victorias en 24 enfrentamientos en Vitoria. Aún a pesar del esfuerzo amarillo por mantenerse con opciones en el partido durante el mayor tiempo posible (34-31), el Caja Laboral iniciaba un tirón que podía ser definitivo antes de irse a los vestuarios (39-33) tras una pérdida por cansancio y la activación de un Teletovic que despertaba y hacía sufrir a Juan Palacios en su defensa logrando un triple galáctico sobre la bocina del final del cuarto.
Esa canasta pudo inspirar aún más al Baskonia, que al regreso de los vestuarios impuso su juego con más claridad. Cerrando el paso cómodo a Haynes hacia la canasta, obligando al Gran Canaria a buscar soluciones extraordinarias para sus ataques y anotando en rápidas transiciones, el equipo local se iba escapando poco a poco en el marcador hasta lograr una renta de 15 puntos (53-38) en el marcador a falta de más de tres minutos para el final del tercer cuarto.
Parecía que este iba a ser el principio del fin de los amarillos, cuando el Gran Canaria tiró de casta para luchar hasta la extenuación por cada balón y cada rebote; y hacer enfadar a Ivanovic con sus jugadores al verse en desventaja en el electrónico (53-54) en el inicio del último cuarto. Los cimientos del Buesa Arena, lleno hasta la bandera, temblaban. Teletovic exigía demasiado esfuerzo a Beirán actuando de ‘cuatro' y el Baskonia volvía a recuperar el control del partido; y aprovechando la falta de oxígeno en las piernas isleñas, impidió el nuevo intento de remontada visitante que se ahogó en un mal bote de su máximo anotador, Marquez Haynes.