Foto: B.P.
Lo de Santiguito González es un ritual. Su seguimiento a la UD Las Palmas es absoluto. Su programa diario comienza incluso desayunando entre bastidores del Estadio de Gran Canaria. Y, al terminar, acude a devolver la taza al punto de origen cuando ya los jugadores están en faena. Imperturbable sonrisa la suya y el "buenos días, amigo" con el que cada jornada arranca.