45-78: El Gran Canaria sufre el peor castigo de su historia en casa
30/12/2011

Los amarillos padecen su derrota más abultada como local y su peor anotación en el CID dentro de la Liga Endesa

Ficha Gran Canaria - Lagun AroMuy pronto se vino abajo el Gran Canaria ante la suerte del Lagun Aro y el conjunto de Pedro Martínez lo terminó pagando con la derrota más dolorosa que ha sufrido en toda su trayectoria en la Liga ACB. Los amarillos cayeron por 33 puntos (45-78), empeorando su marca negativa anterior como local, que databa de febrero de 1986 cuando caían por 29, 70-99, ante el Clesa Ferrol. De la misma manera es la peor cifra ofensiva en casa de los amarillos, igualando a los 45 que anotó en octubre de 2006 ante Unicaja. Un partido sin historia y una derrota que entra en el debe histórico de los isleños en la ACB.

En tres minutos, Javi Salgado se encargó de derribar los cimientos de La Roca. El base del Lagun Aro GBC se presentó en un partido importante con una lucidez abrumadora, mucha fortuna en sus lanzamientos y firmando, con tres triples y una asistencia para Panko, un parcial 2-11 en los primeros compases del partido ante el que el Granca jamás supo reaccionar.

Jamás antes se había visto a un equipo amarillo con tan poca capacidad para encajar un tanteo adverso desde el inicio del partido. Los triples del Lagun Aro, que llegaron a ser hasta seis en el primer cuarto del encuentro, deshilacharon cualquier composición isleña por tomar las riendas del encuentro. Desorientados, desesperados y sin espíritu de equipo, el Gran Canaria era un convidado de piedra en el festín anotador que se estaba dando el conjunto guipuzcoano.

Los de Sito Alonso debían frotarse los ojos en el banquillo para encontrar tantas facilidades en un partido en la que debía ser inexpugnable pista isleña. Las puertas del Centro Insular se les habían abierto de par en par por sus defensores, que como ejército sin general hacían ‘guerra de guerrillas' con mucho desgaste y poca eficacia. Con sus barreras defensivas desarmadas y el ataque descontrolado, el Gran Canaria fue una víctima indigna de ocupar la posición que ostenta en la tabla clasificatoria de la Liga Endesa en estos momentos.

El partido no tuvo más historia que esa, y aunque Tucker se esmerara por entonarse en la competición y Savané se esforzara por comandar las maniobras de recomposición del grupo, lo cierto es que el Gran Canaria está muy lejos de ser un equipo competitivo merecedor de entrar en la zona noble de la Asociación. Pero Alando empieza a tomar contacto real con la competición. Sus nueve puntos aún son insuficientes para que el Gran Canaria pueda reconducir actuaciones de equipo como la de este jueves, en la que Martínez no encontró nunca un quinteto capaz de responder al juego vasco.

En este sentido, es fácil señalar los puntos flacos del Granca ante el Lagun Aro: falta de compenetración, sin asociaciones grande-pequeño para resolver en la espesa defensa rival, descontrol de las posesiones (19 pérdidas), mala comunicación entre jugadores (6 asistencias ante las 20 del rival), pésimo acierto en el tiro (1 triple de 21 intentos) y todos los etcéteras que los más derrotistas quieran aportar. Sin embargo, lo peor del partido fue la despedida. El público aguardó al momento oportuno y mostró su enfado con un equipo que está muy lejos de seducirle en esta temporada.


Juan Pedro Borrego

 

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