Los amarillos suman su cuarta victoria de la temporada en el dçia que debuta Alando Tucker en la Liga Endesa
Un Gran Canaria de dos velocidades resuelve su compromiso ante el Blusens Monbus (84-73). Los amarillos, tras una primera parte de partido extraordinaria (53-36) vieron muy cerca el peligro de la derrota en la segunda, cuando los gallegos aprovecharon su incapacidad para hacer frente a la defensa en zona. Sólo un minuto de inspiración defensiva isleña en esa recta final, unido a la suerte en las decisiones arbitrales contribuyeron a salvar la cuarta victoria de la temporada en la ACB en el encuentro que servía para poner en escena a Alando Tucker.
Si con algo ha de quedarse el Gran Canaria del partido de sábado por la tarde en el Centro Insular de Deportes con el Blusens son: su primera parte, el debut de Tucker en el equipo y lo más importante, la cuarta victoria en la fase regular de la competición doméstica. Si en la jornada de domingo, Joventut y Cajasol hacen bien su trabajo ante Lagun Aro y Valladolid, el triunfo del Granca en la undécima jornada de la competición le servirá para huir un paso más de la zona de peligro de la clasificación.
Para lograrlo, el conjunto de Pedro Martínez ofreció dos versiones muy diferentes en su juego. La primera fue la mejor, la de un equipo plenamente entregado a sus labores defensivas, limitando las acciones de ataque de su rival; y saboreando el acierto de sus lanzamientos desde el perímetro para poner tierra de por medio en el marcador. Era la mejor de las interpretaciones de lo que va de temporada por parte del cuadro insular. Sus méritos le llevaron a una progresión anotadora de 53 puntos en dos cuartos ante un rival que parecía arrojar la toalla, incluso tras la vuelta de los vestuarios.
Alando Tucker tenía la oportunidad de pisar la cancha durante tres minutos y medio en el segundo cuarto; pero el alero estadounidense aún está lejos de poder contribuir positivamente para el equipo. Curiosamente fue el único jugador amarillo con valoración negativa en la columna de +/- de las estadísticas ACB; un nuevo concepto que analiza la diferencia entre puntos anotados y encajados por el equipo mientras un jugador está en la pista. Pero su relevo natural pasa por un momento dulce de juego; y el Granca lo agradece con las máximas ventajas en el electrónico. Beirán sigue haciendo de todo y con dos tiros libres ponía a los locales con 23 puntos de ventaja en el marcador (61-38) en el minuto 23 de juego.
Con el público amarillo frotándose las manos por ver a su equipo recuperar oxígeno en la Liga, se producía, sin embargo, un cambio radical en la situación. La defensa en zona gallega, el único factor diferenciador que empleó Moncho Fernández a pesar de la paliza que estaba recibiendo, surtió un efecto quizás hasta inesperado para él mismo. El Gran Canaria se fue deprimiendo en sus errores; se auto-aniquiló con su falta de pericia para manejar la situación y fue dando aire, poco a poco, a un rival que aparentaba estar muerto. Se llegaba así al último cuarto con los dos equipos con opciones de obtener la victoria (70-60).
El Blusens hizo encender la luz de alarma con un parcial 4-12 que les situaba a cinco minutos del Granca (74-69) a tres minutos para el final. La suerte corrió del lado amarillo entonces. El estadounidense con pasaporte nigeriano Ebi Ere, uno de los hombres más activos en la remontada visitante, cometía pasos en un ataque que todos esperaban que sería catalogado por los árbitros con canasta y tiro adicional. El probable 74-71, lo convirtió el Gran Canaria en 79-69 a su favor; dejando visto para sentencia su victoria.
Juan Pedro Borrego