El Gran Canaria no pudo romper la lógica y sumó una nueva derrota en el Palau Blaugrana (65-49). Los amarillos exprimieron al máximo sus opciones en defensa. Nunca nadie había dejado esta temporada a los de Xavi Pascual por debajo de los 77 puntos en el Palau; sin embargo vieron escapar sus opciones de victoria en la falta de capacidad ofensiva ante la que también es la mejor defensa de la competición española. Durante dos cuartos se mantuvo viva la resistencia de los insulares; que vieron como el Barça, sin despeinarse, se escapaba en el electrónico en la recta final del segundo cuarto y tras el descanso en los vestuarios.

Algo más que un mal día del Barcelona parece ser necesario para que el Gran Canaria pueda sorprender a los blaugranas en su pista. Los amarillos eran conscientes de esta máxima, pero también de que todas sus opciones pasaban por llevar el partido hacia una dinámica defensiva. Con ello, el conjunto de Pedro Martínez plantó batalla al de Xavi Pascual en los primeros cuartos, e incluso se atrevía a mantener en vilo al técnico catalán cuando con un triple de Román Martínez se aproximaba con peligro en el electrónico (20-18).

Sin embargo, en ese momento, resurgió el mejor Barça. Los blaugranas empezaban sus hostilidades con mayor contundencia. Un primer parcial 16-6 les daba la tranquilidad en el electrónico antes del descanso (36-24); y otro de 12-4 en el inicio del tercer cuarto dejaba casi visto para sentencia el choque (48-28). Con veinte puntos arriba, el Barcelona jugaba sin prisas y el Gran Canaria se limitaba a mantener el tipo para llegacaótico.

Las estadísticas finales dejan claro la superioridad blaugrana en todos los apartados. Sólo su falta de acierto en el tiro exterior, facilitó que el Gran Canaria se quedara en su casillero con 65 puntos en contra. Abrumador fue el apartado de asistencias, en el que los locales, con 17 pases de canastas, mostraron su mejores actitudes en el juego colectivo.