El Gran Canaria se impuso al FITAC Joventut en un emotivo y vibrante partido y oxigena su posición en la tabla de clasificación. Los amarillos ganaron (77-71) en la prórroga con un actuación estelar de Michael Bramos, quien con 23 puntos y una valoración de 29 firmó su mejor representación en la Liga ACB desde que aterrizara en ella la temporada pasada. La defensa, una vez más, volvió a ser la clave de un enfrentamiento al que los amarillos no entraron con buen pie, pero fueron corrigiéndose a base de mucho pundonor y sacrificio.

Los pelos se ponían como escarpias desde el mismo momento en el que los protagonistas estaban dispuestos para una vibrante ‘contienda'. El agasajo del público a Salva Maldonado, que tuvo que pedir que pararan los aplausos, y el homenaje a la empleada del club Marisa Rey, fallecida en el trágico accidente aéreo de Spanair en Madrid en 2008, alzaron el telón y ponían en situación a ambos conjunto. Los sentimientos estaban a flor de piel y el que podía ser partido de despedida de Christian Eyenga (Joventut) de la liga española tras el acuerdo del final del lockout NBA, era aprovechado mejor por los verdinegro, quienes con un triple del alero de los Cleveland Cavaliers tomaban la que fue su máxima ventaja en el choque, 10-17 a 2:20 para el final del primer cuarto.

El Joventut sacaba tajada de la debilidad interior amarilla y explotaba su confianza en el tiro con constantes tiros en el final de la posesión y la muñeca caliente de Federico Van Lacke. Haynez no estuvo a la altura, y el Gran Canaria, que sigue echando en falta un jugador desequilibrante en el quinteto, apeló a la inspiración de Michael Bramos para devolverse la ilusión por la victoria. El alero estadounidense con pasaporte griego acertó en los triples e inició el camino de una remontada que se saldó con un parcial 14-2 en el inicio del segundo cuarto para dejar el marcador 28-21.

Sin embargo, el Gran Canaria ha de ser consecuente que en muchas ocasiones le cuesta cambiar de velocidades en el juego. Con una defensa correosa, asfixiando la subida del balón del oponente, los isleños son capaces de ahogar a cualquier equipo. Cuando toca recuperar baterías tras el excelente derroche físico defensivo, sin embargo, se pierde y el rival, como ayer hizo el Joventut recupera terreno y hasta el control del marcador (31-32).

Con el partido en el punto más álgido, los isleños tenían que permitirse el lujo de tener a su hombre referente, Haynes, sentado en el banquillo; y apelar a la selección acertada de Bellas, Palacios o Bramos para reír o sufrir con las constantes alternativas en el marcador. El empate hacía justicia y estiraba el compromiso cinco minutos más en los que el Gran Canaria volvió a disponer de una buena defensa y la inspiración de su internacional griego para firmar los mejores cinco minutos en ataque de la temporada (15-9) y la tercera victoria que le deja más cerca de la zona media de la clasificación.

Juan Pedro Borrego