El Gran Canaria sale fortalecido de un, ‘a priori', desigual enfrentamiento con el Bilbao Basket. Y no sólo sale reforzado por la victoria (77-71), sino por la forma de lograrla y las consecuencias inmediatas de la misma, salir de la zona roja de la clasificación, aunque sea de manera momentánea. Dos ‘arreones' en el marcador, propiciados por la defensa, en los inicios del penúltimo y último cuarto fueron las claves de que los amarillos lograran la segunda victoria en la competición doméstica en las puertas de su debut en la fase regular de la Eurocopa.

Mucho respeto había en la visita del Bilbao Basket al Centro Insular de Deportes. El conjunto amarillo no pasa por su mejor momento de juego, ni siquiera por un buen momento; y los vizcaínos aparecían en escena con un equipo digno de Euroliga en el que cualquiera de sus quintentos sería, sin duda, el quinteto titular en las filas grancanarias. Esto se notó desde el primer minuto, en el que los de Pedro Martínez parecían que iban a entregar su suerte, exclusivamente, a la habilidad de Marquez Haynes. El Bilbao se aprovechaba de la circunstancia y hasta que Palacios no abrió la lata desde el perímetro con su primer triple de la temporada en el Centro Insular, los locales no empezaron a creer con fe en sus posibilidades.

El triple de Palacios pareció despertar al resto del equipo y con la participación colectiva, el Gran Canaria tomó las riendas del partido, tanto el electrónico como en el control del tempo del mismo. El de esta séptima jornada era un encuentro de ‘cuchillos', porque al Granca ese es el mejor recurso que tiene entre sus manos para resolver sus enfrentamientos. El Bilbao nunca supo entender eso y se vio sorprendido por la agresividad defensiva y los momentos de lucidez ofensiva de los locales.

Así, pese a las lecciones de clase de Raúl López en el triple, el conjunto insular sabía reconstruirse y sin dejar amilanarse por su mal momento. Xavi Rey protagonizaba uno de los momentos abrumadores del juego del Granca, que le ponía, por primera vez en el partido, con una ventaja notable en el marcador (42-33). Más tarde, en el último parcial, la fiesta isleña se extendió a su ataque. Román Martínez se unió al festival de triples que propiciaron una renta de 15 puntos (63-48 y 66-51); y que hizo inalcanzable a los amarillos cuando el Bilbao entendió de qué iba el partido y casi estuvo a punto de darle caza a los locales.

MUCHO POR CORREGIR

Un triunfo lo tapa casi todo, pero es cierto que ante la dificultad de un equipo como el Bilbao, que ha incrementado su potencial económico para participar en la Euroliga, y los recortes presupuestarios del Granca, aún siguen siendo muchas las lagunas que tiene que cubrir el conjunto de Pedro Martínez. Las carencias físicas le obligan a jugar en desventaja ante rivales como el Bilbao, que intentó abusar de ello en muchos momentos. Rebotear se convierte en una misión imposible. Y la inexperiencia de alguno de sus jugadores le permite dar ventajas al rival en ‘inocentes' acciones defensivas. Por otro lado, aún se sigue echando en falta la participación de Sitapha Savané. El pívot senegalés sigue desconocido en esta temporada. Ante el Bilbao sólo jugó durante seis minutos y fue el único del Gran Canaria que no anotó en el encuentro.

MARTÍNEZ: "Hemos sabido sufrir y eso es positivo"

RESUMEN. "Partido bueno. Lástima de algunas canastas fáciles en los últimos cinco minutos. Nos queda un poco el saber de esos momentos que han deslucido el trabajo en defensa de los 35 minutos anteriores".

ATAQUE. "En ataque hemos aprovechado nuestras oportunidades. El tercer cuarto ha sido muy bueno, con mucho ritmo en defensa y agresividad. Hemos sabido sufrir, y eso es positivo".

DEFENSA. "En general, el defensa estamos contentos. Significativamente, hoy hemos jugado los dos o tres peores minutos en defensa de la temporada. El equipo estaba tenso, pero me ha gustado la mentalidad de los jugadores, para asumir que se puede fallar, pero hay que mantener la confianza".

MORAL. "De cara a la moral es siempre mejor ganar que perder. Pero igual que cuando perdemos, tenemos que pensar que el martes debemos volver a jugar y el sábado tenemos otro partido igual o más importante que el de hoy ante Bilbao. Nuestra situación sigue sin ser cómoda. No podemos pensar que ya ha pasado el peligro o que somos guays".

EL MOMENTO. "Cuando hemos enganchado un buen momento ofensivo, nuestra defensa se ha lucido más porque ha servido para escaparnos en el marcador. Si hubiésemos perdido no hubiera sido por su defensa, sino porque hubiésemos fallado en los lanzamientos finales desde la línea de tiros libres".