Herner se incrusta en la barrera y tapona la reacción de los defensores pucelanos tras el pase de David González a Viera
Nada es lo que parece. La acción del 1-0, la que le proporcionó los tres puntos a la UD Las Palmas frente al Valladolid, es producto de un jugada de laboratorio. David González y Viera se sitúan en posición de disparo mientras algunos de sus compañeros se despliegan en el área para esperar un posible centro o la recepción de rebote. Ninguno de los teóricos francotiradores tiene intenciones de probar desde la distancia.
Sin embargo el factor sorpresa es Diego Herner. El central argentino se ubica de manera perpendicular al lugar del disparo y elige una de las puertas de la barrera para taponarla con un bloqueo, al igual que en el basket. La sincronización de los movimientos es otra de las claves. Viera corre en dirección al área asegurado por el control de los defensores de Herner. Esas fracciones de segundo en las que tardan los zagueros blanquivioletas en sortear al amarillo incrustado en su muro es el tiempo suficiente que necesita el goleador grancanario. El pase de David González es perfecto, templado y raso, y el disparo de Jonathan certero. 1-0 y partido liquidado.