Era el cruce más temido, por los incidentes de encuentros precedentes. Sin embargo el Argrentina-Brasil de la final de los Juegos Panamericanos 2011 transcurrió por la senda de la tranquilidad bajo la dirección de los dos mejores colegiados del momento a nivel mundial: los grancanarios Ángel Sabroso y Oscar Raluy. El encuentro finalizó con el triunfo argentino (26-23), pudiendo así celebrarse el histórico pase para unos Juegos Olímpicos de Verano de esta selección. La algarabía en el pabellón de la ciudad mexicana de Guadalajara fue de época.

Sabroso y Raluy añaden un nuevo éxito a su curriculum, a pesar de la juventud de ambos. Comenzaron 2011 de manera sorpresiva, dirigiendo la gran final de la Copa del Mundo de balonmano en Suecia, entre Francia y Dinamarca. A pesar de su condición de colegiados debutantes, la Federación Internacional les eligió para tan complicado enfrentamiento y lo saldaron con gran limpieza en todas sus decisiones. Y acaban 2011 con otro gran éxito y sin conocer sus límites. Londres les espera el próximo verano.