
El tinerfeño Ángel equilibra el tanto de Vitolo cuando los amarillos adivinaban la posibilidad de lograr otra victoria de prestigio
A la UD Las Palmas se le escapó otra victoria en el Estadio de Gran Canaria. Parecía que la tenía encarrilada luego de una intensa batalla en todas las parcelas del campo ante un rival cualificado, bien engrasado y con piezas de primer nivel como el Elche. Pero los amarillos no lograron apuntalar el tanto de ventaja que tenían en su haber, obra de Vitolo, y en una fase de cierta desorientación sufrieron la embestida de un candidato a la lucha en la atalaya de la clasificación, que mostró sus hechuras en el tramo final del encuentro. El tinerfeño Ángel certificó la igualada y lo celebró con una fea dedicatoria a la grada olvidándose de que hay más kilómetros en esta dura travesía del fútbol profesional y que la gloria es efímera compañera.
La propuesta grancanaria en la primera parte del choque no convencía porque el balón no estaba en posesión local. Sin embargo -cosas del este juego a veces irreverente e irracional- tuvo entonces más ocasiones que el Elche para romper la igualdad. Apareció primero el portero visitante Juan Carlos, rápido en un mano a mano con Vitolo y afortunado en un ajustado disparo de Viera, que se perdió junto al poste. Pero también más tarde su colega Barbosa, ocultando con una tapada al estilo argentino la ocasión malograda por el delantero tinerfeño del Elche, a quien se le hizo la noche a las seis de la tarde. Disparó desviado.
Era hasta el descanso un partido que se trataba de resolver a guantazos. Imperaba lo físico y lo táctico; faltaban ideas y la aparición de un héroe que resolviera el asedio mutuo, alternativo como la propia dinámica del encuentro.
Buscó Juan Manuel Rodríguez la revolución desde el banquillo tratando de conseguir el balón con David González y de abrir espacios por la banda con Sergio. Eliminó del campo de batalla a su ariete titular, Portillo, y consiguió que Las Palmas tuviera más participación de efectivos a la hora de decidir el partido. Parece una contradicción pero los grancanarios ofrecieron más llegadas a destino sin un delantero de referencia en el terreno de juego. El viento sopló de popa cuando, en el minuto 7 del segundo tiempo, por fin Vitolo volvió a encontrarse cara a cara con Juan Carlos y esta vez le batió con una espléndida vaselina.
Se escuchaban sones de fanfarria en la segunda parte para los canarios. Pero, tras los relevos de Bordalás, también cambió la escenografía y la nave amarilla se quedó sin viento -e ideas- cuando trataba de llegar a puerto. La soltura de Ángel no fue apreciaba en el sistema de contención de la UD Las Palmas y el Elche percutió, con él de enlace, una y otra vez en busca del empate. Las Palmas extravió su 'gps' por momentos en el terreno de juego en una fase de incertidumbre ... y llegó el 1-1. Fue un mazazo para las aspiraciones isleñas cuando parecía que tenía cerca de nuevo la zona de promoción.
El partido había cambiado otra vez de propietario. Y casi como una última contradicción de su argumento fue Jonathan Viera quien pudo resolverlo en una triangulación precisa con Vitolo y Sergio. Sin embargo la pierna inoportuna del portero Juan Carlos reactivó la célebre frase del recordado Olsen: "los partidos se resuelven por la suma de los goles, no por las ocasiones".
VITOLO TERMINA. Esta es la acción del 1-0, obra de Vitolo: solucionó la salida del meta Juan Carlos con una vaselina precisa, preciosa. (C. Torres)