Se queda sin ideas durante ochenta minutos y no localiza los pasillos de la atrevida defensa andaluza. Pero cuando reacciona encuentra dos veces los postes de Arias
La UD Las Palmas no encontró el camino del gol. Se extravió durante ochenta minutos con un juego insolvente y horizontal; pero desplegó en el último tramo una embestida que, no obstante, resultó estéril porque los postes también cuentan y porque el colegiado Arias López rehusó a ser riguroso en extremo para sancionar al Córdoba en varias jugadas polémicas. La derrota es un duro castigo para los amarillos y un premio excesivo para su adversario que, sin embargo, fustigó con crueldad cuando logró pisar área canaria. Un par de tiros fueron suficientes para quedarse con todo el botín y sembrar cierta decepción porque la concepción del encuentro era muy propicia para los intereses canarios.
Se echó este sábado en falta al dúo dinámico. Los lesionados Viera y Vitolo, la pareja que pone en marcha la maquinaria de ataque canario, no estaba en el campo en un partido idóneo para probar su clarividencia futbolística. El Córdoba, fiel al estilo de Jémez, adelantó la línea de retaguardia hasta el centro del campo en una táctica que la pasada temporada llevó a la ruina a su actual entrenador. Su obsesión por presionar el primer pase rival generaba grandes espacios entre el cuarteto de zagueros y el portero Arias. Pero Las Palmas no colocó en esa zona los balones que le permitieran ponerse por delante en el marcador. Sólo lo logró Portillo en una ocasión, pero encontró los guantes del meta boliviano para evitar el gol. Y más tarde, en una segunda jugada de córner, remató Herner a media vuelta para que Carlos Arias posara con otra demostración de sus reflejos.
Esas dudas no resueltas se transformaron en contratiempos para el equipo canario. Dos acciones de ataque visitante, tras el paso del ecuador, fueron suficientes para sentenciar el partido. Patiño malogró la primera con un derechazo a la grada Curva, pero no Charles que superó a Barbosa tras una jugada de Pepe Díaz, el hombre de refresco que salió al campo con ideas claras.
La respuesta canaria en el último cuarto de hora, cuando entró en el campo Pedro Vega, fue lo mejor del partido. Generó en ese tramo una riada de jugadas por las bandas y creó ocasiones suficientes no sólo para empatar sino para ganar. Pero era el día de los postes de Arias (Guerrero y Pedro Vega lanzaron sendos disparos a la carpintería) y las jugadas polémicas en el área cordobesa las resolvió el colegiado con diplomacia, sin herir los intereses visitantes. En especial con un agarrón a Pedro Vega cuando se perfilaba para el disparo.
El pinchazo no deja de ser la primera derrota de la competición liguera, pero despierta inquietudes en un equipo que ahora mismo depende más de lo deseado de los que estaban ausentes. Pero éstos, no juegan de momento y el tren tampoco espera.