La primera decepción de la temporada. La UD Las Palmas inició y terminó el mismo día su concurso en la incómoda Copa del Rey, sin mostrar todo su potencial ante un Celta que fue más ambicioso en el partido, aunque tuvo que fabricar sus dos goles en la prórroga luego de que el tiempo reglamentario quedara igualado. La manera en que el conjunto vigués logó el pase para la tercera ronda es casi anecdótica: tal como se confeccionó el encuentro, sus opciones siempre fueron las que predominaron. Hasta el punto de que en tres oportunidades durante los primeros noventa minutos el balón golpeó la carpintería de Barbosa. Sin embargo, en el tiempo extra, se produjo un fallo letal en el marcaje de la ordenada defensa amarilla y Joan Tomás, de cabeza, le dio la primera estocada al conjunto canario. La posterior fue obra de Aspas en una jugada de contragolpe.

Las Palmas entregó toda la iniciativa al conjunto de Paco Herrera. Distribuyó en el terreno a un cuarteto de zagueros a quienes Juan Manuel destruyó cualquier orden de cruzar el centro del campo. Y frente a ellos, el técnico grancanario diseñó una segunda línea defensiva compuesta por otros tres futbolistas con evidente signo de contención (Juan Guerra, Hernán y Vicente Gómez), con dos exteriores que apenas tenían interés en buscar la línea de fondo. Entre ellos y el ariete Portillo, una llanura extensa y muchos rivales apostados en el camino.

Así que Las Palmas se limitó a correr tras los movimientos que realizaba el Celta. El conjunto gallego, no obstante, también estuvo espeso y sólo encontró posibilidades de anotar a través de los errores defensivos canarios. Tuvo más ambición pero no logró destaponar las líneas canarias hasta llegada la prórroga y cuando el partido se encaminaba hacia la tanda de penalties. Los cambios introducidos por Herrera (De Lucas, Aspas y David Rodríguez) ofrecieron más soluciones a los problemas del Celta que los decididos por Juan Manuel (Quiroga, Pero Vega y Sergio).

Toda la respuesta ofensiva isleña se produjo en los cinco minutos finales del tiempo reglamentario, pero fueron ensayos lejanos y sin precisión que no hicieron  peligrar la integridad de la portería defendida por Sergio.

Tras esta derrota y la eliminación toca pensar en la Liga. El Nástic espera el domingo, con el mismo propósito que los amarillos.