El jugador canterano se recupera de la infección que le obligó a ser hospitalizado en los diez últimos días. Ya está deseando volver a empezar el proceso de su vuelta a la actividad
Tyronne del Pino (27 de enero 1991) vuelve a sonreír. Diez días después de ser hospitalizado en al clínica Perpetuo Socorro, el joven jugador canterano está deseando volver a calzarse unas botas de fútbol para golpear el balón. El proceso de su rehabilitación se ha de reiniciar sin plazos, no obstante, pero ya es una noticia positiva que por fin la fiebre remitiera y que la rodilla perdiera la hinchazón con la que despertó la alarma antes de acudir con urgencia al centro médico.
"Todo ocurrió casi sin tiempo a reaccionar, de manera muy rápida", recuerda el jugador aún en la habitación 812. "Terminé el entrenamiento con normalidad y, después de almorzar, me acosté a dormir una siesta. Pero al despertar, a las siete de la tarde, tenía la rodilla (izquierda) muy hinchada y me asusté muchísimo. Porque también noté que tenía fiebre".
Asiente Mónica Ramos, su madre, que le acompañaba este domingo junto al padre del jugador, Gustavo del Pino, la hermana Karem y la novia de Tyronne, Estafanía Suárez. "Sufrió un ataque de estafilococos aureus que felizmente ha sido combatido con antibióticos. Le hicieron primero una extracción de líquido en la rodilla y posteriormente un lavado. Aún la tiene un poquito hinchada pero está mucho mejor. Tiene otra cara", señala Mónica.
"Todo está perfecto ya. La analítica ha dado los valores correctos, de una persona sana. Ha sido una lástima porque ya me quedaban días para reaparecer. Habíamos estimado que en septiembre podría estar en condiciones de jugar al fútbol en la competición, porque ya estaba casi al ciento por ciento. He de agradecer", añade, "el apoyo que he recibido por parte del club en todo momento. Ha sido muy importante sentirme arropado. Desde el primer día vinieron a verme el presidente Ramírez, el entrenador Juan Manuel, Juanito, Toni Cruz, Vitolo, Aythami, Guerrero, ... me voy a quedar sin decir los nombres de todos. Ese gesto no lo voy a olvidar, incluso las constantes llamadas de ánimo. Se pasa muy mal, pero cuando tienes unos compañeros y unos dirigentes así todo se hace más fácil", apunta el futbolista.
Pero Tyronne tendrá que revestirse otra vez de paciencia, luego de un año complicado tras su debut en el primer equipo a las órdenes de Paco Jémez el día del 0-3 contra el Xerez. Una lesión de rodilla con el filial le llevó al quirófano en la primavera. Este nuevo contratiempo es una barrera que también tendrá que superar, sin prisa pero sin pausa. Porque el futuro es suyo.