
El alero estadounidense culmina su andadura en el club amarillo tras diez temporadas y 453 partidos oficiales. La entidad amarilla retirará su dorsal del primer equipo
Se va un ídolo, un símbolo. El Gran Canaria despide a Jim Moran. El club amarillo decide no prorrogar su contrato. Diez años de vinculación a la entidad llegan a su final. Desde que Moran llegara en la campaña 2001-2002 procedente de la Universidad William & Mary, jugador y club han dado un salto magistral en sus respectivas carreras unidos de la mano. Ahora, con el club en sus mayores cotas, con un alto porcentaje de responsabilidad de Jimbo en eso, la relación se corta. La entidad da por finalizada su vinculación como jugador, retirando su dorsal, el 20, como primer homenaje y dejando pendiente un reconocimiento público digno de su figura.
Fueron sufridos los comienzos de la relación Moran-Gran Canaria o Gran Canaria-Moran, que tanto monta, monta tanto. Llegando de la desconocida universidad de William & Mary, el alero de Syosset aterrizaba en la isla cuatro meses antes de cumplir los 23 años. En aquel verano, el Gran Canaria preparaba la que iba a ser su undécima temporada en la máxima categoría, la séptima de manera consecutiva, de la mano de Manuel Hussein. Junto a él, figuras que conocía como Jason Kleín, se convertían en referentes que intimidaban por sus anteriores coincidencias, como rival, en la competición universitaria norteamericana.
Y ese primer año de contacto con el club amarillo fue casi un desastre. Aunque Jimbo disputó los 34 partidos de la fase regular y anotó 175 puntos, el club necesitó utilizar a 19 jugadores en el primer equipo, la cifra más alta que jamás ha tenido en la ahora nombrada Liga Endesa, para salvar la categoría. Rondar la frontera del descenso le costó el puesto entonces a Husseín y llegaba al banquillo Pedro Martínez. Se produjo entonces una transformación radical, el Gran Canaria volvió a clasificarse para la Copa del Rey por segunda vez en su historia y alcanzó sus segundos play offs por el título, debutando Moran en ambas competiciones, a la vez que se iniciaba su incursión, de manera firme, en el contexto internacional.
Desde la llegada de Martínez al banquillo, Moran fue ganando en protagonismo dentro del equipo adquiriendo un rol cada vez más importante como figura decisiva en el vestuario. A base de insistencias, un número de bajas muy reducidas; y sólo una visita al quirófano para tratarse una lumbalgia en el inicio de la campaña 2007-2008, Moran fue haciéndose un hueco en las listas de líderes estadísticos del club.
Como recoge la web del club, "el alero irlandés se marcha dejando el listón muy alto en múltiples clasificaciones históricas, como ser el jugador con más partidos disputados (358), el que más minutos ha jugado (7.452), el que más triples ha convertido (336 -superando esta misma temporada a su amigo Jason Klein-) y el que más recuperaciones ha realizado (296). Asimismo, Jim Moran es el cuarto máximo anotador en la historia de la entidad grancanaria (2.060 puntos), sólo superado por John Morton (2.412), Sitapha Savané (2.339) y Greg Stewart (2.296)".
Pero ahí no queda todo. En la actualidad será complicado que algún jugador del Gran Canaria pueda firmar lo que él ha firmado de manera oficial con la camiseta del primer equipo. Moran ha disputado un total de 453 partidos entre los de las competiciones domésticas, liga (10 temporadas) y Copa (6 clasificaciones) y las europeas (8 participaciones), para anotar a 2.646 puntos y recoger 1.053 rebotes en todas ellas.
Ahí se queda plasmada la historia, una historia que culminó el pasado 22 de mayo en el último play off con el Baskonia, tras el que Jim cerró su periplo amarillo con 14 puntos, realizando un pleno en los tiros de dos puntos (cinco de cinco), encestó su último triple y su último lanzamiento libre, para despedirse de su afición enfundado en la camiseta del que había sido su primer gran amigo en el club, Jason Kelin, en un gesto que ya sonaba a triste despedida. "See you soon ‘Jimbo".
Juan Pedro Borrego