El Iberia juvenil que en 1961 se midió en la final del Campeonato de Canarias a la UD Las Palmas conmemora las bodas de oro de su gran temporada y revive con Germán Dévora aquella célebre campaña
A la misma hora que en el Estadio de Gran Canaria se presentaban los nuevos fichajes de la UD Las Palmas (Juan Guerra y Diego Armando Herner) en el palco de aquel magnífico recinto se vivía otro encuentro entrañable. Una amplia delegación de ex jugadores del Iberia de La Orotava, componentes del equipo que dominó en la temporada 1960-61 las competiciones de Tenerife en su categoría, visitaba las entrañas de la instalación para reencontrarse con la memoria de las únicas camisetas que pudieron batirles. Ese fue el juvenil de la UD Las Palmas, ya liderado por Germán Dévora, el equipo que puso freno al conocido entonces como 'pequeño Real Madrid' del fútbol de la vecina isla que había copado el título en cinco competiciones provinciales. Aquellos partidos interinsulares, correspondientes al campeonato de Canarias, se disputaron en Los Cuartos 1-6 y Estadio Insular 5-1, con sendos triunfos amarillos que no deslucieron la memorable gesta del modesto club del Norte de Tenerife.
El Iberia celebra precisamente ahora las bodas de oro de "nuestra gran campaña", en palabras de Graciano Hernández Sánchez, presidente fundador de la entidad en 1955. Fueron recibidos en el palco del Estadio por los consejeros Antonio de Armas (historiador del club grancanario) y Rafael Méndez, además del responsable de la Fundación, Carmelo Pérez Espino. Germán Dévora, en representación de aquel primer grupo de diablillos amarillos -que remozado un año más tarde se proclamaría campeón de España a las órdenes de Luis Molowny- volvió a ejercer de capitán en su condición de anfitrión. El Maestro comprobó en persona cómo aún acapara la admiración de los que más tarde fueron aficionados futbolísticos que siguieron su trayectoria en el fútbol profesional español.
"Yo sólo pude jugar el primer encuentro", recuerda con agudeza Germán. "El segundo no lo hice porque estuve convocado por Casimiro Benavente para un partido amistoso contra el CD Tenerife, con el primer conjunto de la UD Las Palmas. Teníamos un equipazo en aquella época. En La Orotava jugamos con Grisaleña, Rafael, Molina, Pantaleón, Laso, Rosales, Godoy, Megido, Evadio, Germán y Andrés Socorro. Ellos poseían un muy buen equipo y tenían esa fama ganada a pulso, como el pequeño Real Madrid, porque habían ganado a todos los equipos de Tenerife. Les temíamos y, aunque el marcador fue amplio, los partidos estuvieron muy reñidos". (aquí fotos)
La atención de la jornada la centró el jugador Ángel García que, debidamente documentado de la historia de Iberia y del encuentro por el título regional, fue recordando uno a uno los episodios del gran éxito del Iberia, coronado 28 de mayo de 1961 con el triunfo en el Estadio Heliodoro sobre el también finalista Real Unión. Revivieron el célebre viaje a Gran Canaria en el correillo Ciudad de Huesca, con una mar que se enemistaba con los pasajeros, y contaron que la jornada concluyó tras el encuentro con un baño en la Playa de Las Canteras.
La delegación cincuentenaria de la gesta del Iberia estuvo compuesta por Ignacio y Antonio (porteros), Juan Luis, Chucho y Felipe (defensas), Antonico, Chicho, Gabriel, Regalado, Nolito, Sánchez II y Sánchez III (delanteros), además de Graciano Hernández, Eugenio Pérez y Jorge Álvarez (directivos).
Desde este club orotavense, que no pierde su memoria futbolística, llegaron dos jugadores a la UD Las Palmas para su equipo profesional como fueron los casos del delantero Francisco Sánchez -que fuera alcalde de La Oratava, fallecido en fecha reciente- y el polivalente Felipe Martín -que alcanzó la internacional absoluta como jugador amarillo-. En este grupo de expedicionarios también estuvo Nolito, militante en Primera División con el Valencia en la temporada 1967-68.
LA JORNADA TAMBIÉN TERMINÓ EN LAS CANTERAS: LA MARINERA
La expedición del Iberia acabó el día como aquella tarde de 1961: en Las Canteras. Esta vez fueron agasajados en el Restaurante La Marinera, donde el vicepresidente de la UD Las Palmas, Nicolás Ortega, invitó a tan selecto grupo de comensales. La riada de anécdotas no culminó hasta casi entrada la noche.