Los cinco magníficos del Gran Canaria
08/05/2011

John Morton, Sitapha Savané, Gregg Stewart, Jim Moran y Marcus Norris, el quinteto con más puntos en la historia del club amarillo en la ACB

Esta es la historia de cinco jugadores de baloncesto: un español del Bronx (Gregg Stewart) y su vecino pero con tarjeta de identidad estadounidense, John Morton, un español de Dakar (Sitapha Savané), un irlandés de Nueva York (Jim Moran) y un croata de Michigan (Marcus Norris). Dos pivots, un alero, un escolta y un base. Forman un equipo correcto, y para el Gran Canaria, si los pudiera unir en la misma generación, el conjunto ideal para su historial deportivo. Aunque no en ese mismo orden, este quinteto encabeza el listado de máximos anotadores del club en la Liga ACB al que en el último partido, Savané le dio un ligero cambio, situándose a la estela de John Morton, al que puede rebasar en el que él mismo ha reconocido que puede ser su último curso en la Isla.

Morton, aquel base-escolta que sedujo al Centro Insular de Deportes entre los años 1995 y 1998, y que acudió al rescate de su ex-equipo en 2002, es el líder de la tabla. En ese primer curso, en la que era su tercera aparición en la ACB tras dos intentos tímidos con el Joventut y el Huesca, el escolta del Bronx batió todos los registros personales. Fue el máximo anotador de la Liga con 947 puntos, un promedio 26,31 por partido, y el líder de anotaciones de triples convertidos, 97. Y repitió gesta anotadora al año siguiente con otros 801 puntos, 23,56 de media. Su carisma fue notable y sólo una última temporada en la que llegó a estar incluso sancionado por el club por un incidente con el técnico de entonces, Manuel Hussein, impidió que siguiera escribiendo capítulos sobresalientes en la entidad amarilla. A ella regresaba ya en el epílogo de su carrera deportiva, en el año 2002, cuando las cosas no pintaban nada fáciles para el equipo con su peor clasificación de los últimos 15 años, y el Gran Canaria se agarraba a un clavo ardiendo para salvar la categoría. Morton dejaría en el club definitivamente 2.412 puntos de su firma.

Antes de él, otro neoyorkino también del Bronx y que más tarde se convertiría en español, Gregg Stewart, había dejado una huella que aún es imborrable en el Gran Canaria. Gregg, un pívot de una calidad incuestionable y drafteado por Boston Celtics en 1982, había sido uno de los impulsores del amor de la Isla por este deporte. Su relación fue recíproca hasta tal punto que hoy es un ciudadano más de Las Palmas de Gran Canaria. En sólo tres temporadas con el club en la ACB hizo números estelares, anotando 2.296 puntos y capturando 1.011 rebotes. Habría que sumarle a todo eso, los tres años que jugó con el Granca en la Primera división, consiguiendo dos ascensos. En la campaña 1996/97 el club trató de recuperarle para el primer equipo después de unos años deambulando sin fortuna en la Liga EBA. Sin embargo, tras haber realizado un trabajo físico encomiable, Gregg no llegó a un acuerdo satisfactorio, y ahí termino su relación con la entidad.

Otro de los norteamericanos comprometidos de manera inequívoca con el Gran Canaria en el duro contexto de la ACB ha sido Jim Moran.otro neoyorkino que actúa en Europa con su pasaporte irlandés. Llegó al Granca en el que a la postre fue el curso más complicado, el 2001/02. Joven y desorientado, aquel estudiante recién salido de la desconocida universidad de William & Mary se encontró con un panorama gris en su primera y, por ahora, única estación en el 'Viejo continente'. Aprendió a sufrir y su espíritu combativo, al margen de su progresión anotadora, le han convertido en un referente sobresaliente para el club. En la actualidad es el cuarto máximo anotador amarillo en la ACB, con 1.937 puntos, aunque lidera otras clasificaciones como las de partidos y minutos jugados (335 y 7.127), y recuperaciones de balón (286).

Tras él, en el apartado anotador se encuentra Marcus Norris. Con 1.611 puntos en cinco temporadas, el base de Michigan llegó al Gran Canaria en el curso 2005/06, para devolverle con creces la afrenta de la eliminación del conjunto amarillo de la Copa Korac cinco años atrás cuando él defendía los intereses del Portugal Telecom. Con su carácter introvertido, Norris llegó a calar en el corazón de sus compañeros y también en el de los aficionados. Terminó su carrera en el Granca dejando un sello importante también como pasador, alcanzando el liderato del equipo en asistencias (513) en la ACB.

Y para cerrar el círculo, Sitapha Savané. El marine senegalés, el capitán del equipo, el líder espiritual del Gran Canaria en los últimos años, es sin duda alguna la mayor revelación de que para conseguir el éxito sólo es necesario esfuerzo y convicción. Con 'Taph' en el Granca, el conjunto isleño ha firmado los días más gloriosos de su historia en la ACB, no se ha bajado del tren de las competiciones europeas y ha conseguido una representación en la Liga que va más allá de lo puramente deportivo. Pese a sus particulares dotes para el tiro, desde que llegara al club en la campaña 2004/05 y hasta la fecha, 'Taph' lleva 2.298 puntos, y siguiendo en la línea de progresión de la presente temporada, en la jornada vigésimo primera, en la pista del Fuenlabrada, podría alcanzar a John Morton y encabezar el listado de anotadores amarillos en la ACB como ya lo hace en el de los rebotes (1.169) y tapones (259).

Estos cinco jugadores suman el 19% de las anotaciones del Gran Canaria en la mejor liga de Europa, o sea casi la quinta parte de la historia del club, pero una quinta parte escrita con moldes dorados.

Por Juan Pedro Borrego

 

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