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Nadadores de clase “A”

Adrián Curbelo (Ciudad Alta), Alejandro Calderón (Escuevas) y Alejandro García (Metropole) forman una parte notable del sueño de la resurrección de la natación isleña

  • NATACIÓN
  • 28/12/2013 - 00:55

 

Arriba, Alejandro García (Metropole). T.A.

Juan Pedro Borrego

No hay generación de nadadores canarios que no cuente con figuras prometedoras. Pocos, muy pocos, sin embargo, alcanzan la madurez con el mismo éxito que tuvieron en el pasado. Ésta es una máxima que están dispuestas a combatir tres de las más prometedoras y jóvenes figuras isleñas. Son, como los buenos electrodomésticos, nadadores de clase A, la  misma letra que curiosamente, marca el inicio de sus nombres. Alejandro García (Metropole, 22 de junio de 1998), Adrián Curbelo (Ciudad Alta, 22 de noviembre de 1999) y Alejandro Calderón (CN Escuevas, 16 de abril de 1998) parecen empeñados en cambiar el destino. Sus pasos se miden con mimo en sus respectivos clubes; y ellos parecen conscientes del camino a seguir para obtener de la natación lo que desean, ofreciéndole primero todo el esfuerzo y respeto que ésta se merece.

Por el momento se están encargando de cambiar el dibujo de la tabla de mejores marcas regionales, supliendo nombres de figuras que después si alcanzaron el reto olímpico, como Frederik Hviid o Jorge Ulibarri. Sus metas son altas y los pasos que dan para alcanzarlas  parecen muy sensatos. "Nunca me han dado un consejo en especial. Yo, simplemente, me subo al poyete, dejo mi mente en blanco y hago lo que más me gusta", comenta Alejandro García. Él como su tocayo Calderón, ya han saboreado las mieles del oro en un Campeonato de España; y el impulso que han ganado con él ha sido notable. El nadador del Escuevas reconoce que el mejor consejo que le han dado nunca es "Mejorar las marcas, conseguir metas planteadas y no quedarme con un solo triunfo.

(En la imagen de la derecha, Alejandro Calderón, recibe instrucciones de su entrenador, Alberto Juez)

Por su parte, Adrián Curbelo bordó su pequeña gloria en el pasado Campeonato de España alevín de verano. Lejos de venirse abajo por la 'medalla de chocolate'. Se ha fortalecido; y admite que el mejor consejo que le han dado es "que me relaje y que nade como yo lo he hecho en los entrenamientos". En el Ciudad Alta, un auténtico crisol de figuras y deportistas en sus cerca de medio siglo de existencia, está la cuna perfecta para él.

EL DEPORTE COMO MODO DE VIDA

García y Curbelo nacieron en Las Palmas de Gran Canaria, y Calderón en Cali (Colombia), aunque sus pasos deportivos lo da en Fuerteventura. Los tres están en el segundo ciclo de la ESO. Los tres sueñan con una profesión relacionada con el deporte, Alejandro García apuesta por la medicina deportiva; Curbelo por la fisioterapia, como principales metas; y Calderón, por la preparación física, pero los tres con una apuesta común, "ayudar a los demás a poder hacer deporte", por lo que confiesan que se mueven en estos momentos de sus vidas.

La natación les ha llamado desde siempre. García admite que practicó otros deportes, "pero la natación fue la que siempre me atrajo", lo mismo que le pasa a Curbelo, quien recuerda "que cuando veía a los mayores nadar tan rápido, siempre deseaba hacerlo igual que ellos". Calderón por su parte sólo tiene ojos para la natación y "los demás no me interesan". Este deporte les enganchó y les sujeta a mantener el sueño de acudir a unos "Juegos Olímpicos" en el caso de los nadadores del Metropole y del Escuevas, y "a disfrutar del momento y en el futuro ya se verá", en el caso del nadador del Ciudad Alta.

Adrián Curbelo

Sobre estas líneas, Adrián Curbelo (CN Ciudad Alta)

SUS APUESTAS

Para alcanzar ese reto, sin embargo, son conscientes de que hay que hacer sacrificios. García está dispuesto a "hacer todo lo que hiciera falta"; Curbelo confiesa que a "levantarse a las 5:30 de la mañana cada día para ir a entrenar" antes de ir a clases en el IES Schamann; y Calderón a "dejar aparte algunas cosas de mi vida social para poder centrarme en lo que debo estar centrado".

LOS ÍDOLOS

Para ello, tienen como referente a un ídolo mundial de la natación contemporánea, Michael Phelps. Alejandro García lo admira "por su calidad como nadador, y por los sacrificios que hizo durante más de cinco años, renunciando a muchas cosas" para convertirse en el nadador más laureado en unos Juegos Olímpicos.  Curbelo añade el nombre del también estadounidense Ryan Lochte, al que como a Phelps considera "los mejores nadadores del mundo, que nunca se rinden hasta que consiguen su objetivo", mientras que Calderón señala también a la "velocidad de César Cielo", un nadador brasileño especialista en los 50 libre.

Ninguno olvida la importancia que está teniendo la natación en su formación. Calderón recuerda que nadar "me forma como persona porque me disciplina en mi día diario"; Curbelo, que "me ayuda a formarme"; y García, que "siempre te da amistades, ya sean cercanas o lejanas. Estas amistades acaban formando parte de la vida de uno". El tiempo y su trabajo, los colocará en el lugar que merecen; el deporte de la natación les devolverá también pronto lo que ellos están haciendo por ella.

 

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