Probablemente ninguno de los jugadores utilizados este domingo por García Fernández logró expresar al completo sus condiciones frente al Málaga. Fue un partido impregnado por la frustración e incluso la ansiedad.

Quizá el futbolista más profundo de los amarillos fue Marvin Park (25), el jugador con mayor vocación vertical del equipo. En el estilo del nuevo técnico amarillo conlleva a disponer de laterales que tengan soltura para abandonar la posición teórica y salir al ataque.

Marvin fue, en este sentido, el jugador dandy de la UD en la tercera jornada. Porque en un puñado de ocasiones logró desbordar hasta las inmediaciones del área. Aunque el debe fueron sus centros, sin rematadores, o el no lograr culminar con éxito sus propias jugadas. La progresión mayor por la banda derecha hizo que la UD tuviera, por momento, clara asimetría en sus iniciativas de ataque.

Acierto o no, de lo que no cabe duda es del esfuerzo habitual del jugador balear. Ha sido relevado en las tres jornadas y en todas ellas, tras abundantes iniciativas de ataque y repliegue, se fue al banquillo con el combustible agotado.

Valoramos de la actuación de Park que fuera capaz de sorprender y desbordar al lateral de su carril. Pero al resto de los amarillos le faltó la chispa para completar con éxito algunas de sus jugadas. Por esfuerzo, nada que objetar.