De los tradicionales cuatro grandes clubes del balompié el FC Barcelona es el rival al que más veces ha ganado la UD Las Palmas. Lo hizo en 22 oportunidades, 3 de ellas solo en los desplazamientos. Con el Real Madrid solo en 9 partidos hubo victoria canaria, frente al Atlético de Madrid en 19 casos y contra el Athletic de Bilbao en 20 encuentros.

De alguna forma, el equipo azulgrana es el gigante que estadísticamente se le ha dado mejor a la UD Las Palmas. Y el razonamiento que existe tras este hecho no tiene una lógica que se pueda exponer a modo de explicación. Pero ha ocurrido, especialmente en la isla y hasta ahora en el Estadio Insular.

Grandes jugadores del club catalán cayeron ante una irreverente UD Las Palmas que firmó notables resultados a su favor. Quizá Johan Cruyff sea el caso más doloroso de todo porque en sus cuatro visitas a la isla cosechó cuatro derrotas con el Barcelona. También tienen una muesca amarilla en sus currículos futbolistas como Maradona (derrota en Copa, aunque luego salió airoso en la tanda de penaltis), Lazlo Kubala (dos pérdidas), Sandor Kocsis (una), Schuster (dos) o Krankl (una), entre otros. 

Las Palmas fue un rival que se le atragantó al Barcelona en 17 partidos en Gran Canaria, si bien algunas de sus grandes estrellas también salieron airosas de estos envites. Los últimos casos, ya en el recinto actual, fueron Luis Suárez, Messi y Neymar Jr.  En la pasada temporada escaparon de aquella manera en el 1-2 los actuales Lewandowski o Yamal, que participaron en el encuentro.

En las circunstancias actuales regresan los culés con aroma de líder, en plena lucha por el título y ante una UD Las Palmas que no logra recuperar la fórmula que le hizo ganar 1-2 en Montjuic. Pero es el partido más importante en el horizonte de los amarillos, que no pueden abordar como hicieron hace unos días en Palma de Mallorca.

Dicen que las estadísticas están para romperlas. Pero otras, por razones que no están en los libros de texto, son testarudas y rebeldes. Y de eso trata el partido del sábado, de una oportunidad para volver a volar. Todo empieza por creer que es posible.