Los datos previos de ambos conjuntos y la clasificación del primer tercio de la Segunda División indican que probablemente no hay partido más atractivo para confeccionar que un cruce entre el conjunto con mayor facilidad ante el gol (Racing de Santander) frente al equipo de mayor posesión y solidez defensiva (UD Las Palmas).

Y a todo ello se ha de unir que el resultado podría tener incidencia en los acontecimientos futuros de una competición muy igualada, con un puñado de candidatos dispuestos a ocupar las tres plazas de ascenso a Primera División.

Para la UD Las Palmas esta es una ocasión de hacer bueno su andar en el calendario y los dos recientes empates a domicilio frente a Huesca y Sporting de Gijón, resultados que aprovechó el propio líder Racing para establecer un colchón de cinco puntos sobre los amarillos.

El técnico José Alberto López no ha titubeado en afirmar que el enfoque de la semana ha sido para sorprender al que considera como un rival muy cualificado en el codo a codo con su equipo. Y, por si acaso, dejó algunos recados al gremio arbitral porque probablemente tendrá en idea interrumpir largas posesiones y conexiones entre los amarillos. Al fin y al cabo la UD Las Palmas es el equipo que más faltas ha recibido en las 12 primeras jornadas (213) y el criterio arbitral para permitirlas o abortarlas es clave en cada una de sus actuaciones.

Su colega Luis García Fernández ha pedido a los jugadores que van a actuar que no descarrilen en el estilo, que guarden lealtad a un modelo de juego que está en crecimiento y que es capaz de modificar las actuaciones de los rivales. Esa es la principal lucha en el choque del domingo en el Estadio Gran Canaria.

En la formación de la UD Las Palmas es previsible que se produzcan novedades, superados los contratiempos de algunas piezas en el estadio El Molinón. Y con la tranquilidad que ha otorgado la anulación de la cartulina amarilla a Milos Lukovic, que se había situado a las puertas de una sanción en vísperas a otro partido estelar del campeonato: La visita al Real Valladolid. Pero ese es otro cantar. 

La tradición dice que el Estadio de Gran Canaria es coto vetado para el conjunto cántabro. El público se ha animado y en importante número acudirá al recinto de juego a animar a sus futbolistas, quizá con la mejor entrada de la campaña.