
La plantilla profesional de la UD Las Palmas cumplió este miércoles con una tradición que se remonta a los orígenes del club. Todos los profesionales, además de miembros del consejo de administración y empleados significaron, realizaron la tradicional ofrenda a la Patrona de Gran Canaria.
En la cabecera del acto de la Basílica de Teror estuvieron el alcalde de la villa mariana, José Agustín Arencibia, y el párroco, Jorge Martín de la Coba.
“En la vida no siempre se triunfa”, dijo en su intervención el clérigo. “Cada día es un momento de superación y reflexión”.
“Deseo que el trabajo, la constancia y la perseverancia sea un garante. No se gana la gran batalla sin ganar las pequeñas batallas”, puntualizó.
El alcalde reconoció que “esto es un sentimiento que se lleva en el corazón”, agradeciendo la presencia de los deportistas profesionales a los que deseó suerte y salud.
Por su parte, Miguel Ángel Ramírez, rememoró el motivo de la tradición. “Venimos como todos los años a renovar nuestros votos”, antes de matizar que “el éxito en la vida es levantarse cada mañana”.
“En el deporte no siempre se gana o se pierde”, puntualizó, agradeciendo las muestras de apoyo y cifrando finalmente la campaña de abonados sobre 23.000 en 2025-26, récord de la entidad en todas sus temporadas de Segunda División.
Jonathan Viera ejerció como capitán en la ofrenda.





