EL PARTIDO DE LA JORNADA 38

El de este sábado es un partido sin contenido para la UD Las Palmas, al menos clasificatorio. No tendría que haber acabado así, pero la deriva de la Liga ha hecho que los amarillos estén en una cita descafeinada para ellos y muy importante para el RCD Espanyol.
Durante la semana se han escuchado muchas voces desde Leganés, incluso del club pepinero, esperando que el conjunto de Diego Martínez obre un milagro en Cornellá, que permita la carambola salvadora del equipo de la provincia de Madrid.
Esa posibilidad es cierta y está en el aire, aunque para ello Las Palmas ha acudido al encuentro con una expedición donde se registran numerosas bajas. Y también, constan muchos dorsales con licencias del filial. Sirva esto último como un incentivo para el aficionado grancanario, aunque ya la honrilla de una victoria es un consuelo a contratiempo.
La presencia de los jóvenes jugadores de la casa es lo que genera aliciente a la cita tan periquita de Cornellá. Para Diego Martínez esta convocatoria tan del filial es un problema también. Porque ha de medir bien los cambios y estar muy atento a no cometer una alineación indebida por súper producción de los canteranos. Ese asunto estará amarrado.
De resultados extraordinarios en la última jornada hay una gran leyenda en el fútbol español. Lo ocurrido a la UD Las Palmas en 1983 (descenso en casa el día ante el Athletic) es un claro ejemplo, con marcadores que resultados contra pronóstico. Especialmente la derrota del Real Madrid, que implicaba a los amarillos.
Esa es la tensión del día en feudo catalán, aunque posiblemente al aficionado de la UD poco le importará ya.







