Hacia Juanma Herzog (22) se dirigió el foco de atención en el once titular de la UD Las Palmas en Los Cármenes, en su tercera participación de la presente Liga y primera en la foto inicial de un encuentro.

No era un encuentro fácil para el zaguero tinerfeño, acoplado a un tándem con Sergio Barcia y Enrique Clemente cuando la UD empezaba su formación de retaguardia con tres centrales. El poder físico del Granada obligaba a estar concentrados en cada acción, para no permitir que Horkas observara de cerca el riesgo.

Juanma jugó ante el conjunto nazarí como si lo hubiese estado haciendo a lo largo de la temporada. Justificó las palabras de su entrenador, García Fernández, al decir que había hecho méritos para ganarse la confianza. E, incluso, intentó en dos ocasiones su especialidad con remates de cabeza en jugadas de estrategia. Aún están frescos las imágenes de sus goles en Primera División y el Granada lo sabía.

En un partido de tan intenso combate él no desentonó en la hora de juego, ganándose la consideración de dandy de este tipo de encuentros donde se requiere músculo y concentración para, al menos, regresar con la portería a cero. Si el entrenador quería saber si se puede contar con Juanma para cometidos importantes en la Liga, las conclusiones que obtuvo en Granada no pueden ser más positivas.

A Juanma le sabrá a poco, pero la Liga es larga y las mareas cambian.