
¡Que no se diga que el Tamaraceite camina solo!. En sus gradas, los de siempre y el animado 'hombre orquesta' con un incesante mensaje de aliento a los jugadores de Iván Martín del minuto uno al noventa y tantos, sin descanso, con una variedad de letras y canciones adaptadas al equipo del barrio. Y sin una salida de tono. En este caso se podría decir que uno solo hace la labor de todos juntos.