PERSPECTIVAS 2024-25

* El delantero juvenil de Mataró, futbolista de moda en filiales de la UD, presenta el perfil atacante con matices cercanos al goleador argentino que llegó a la isla en el 96
Arturo Rodríguez Cosano pasa por ser uno de los futbolistas de moda en la cantera de la UD Las Palmas, en el segundo ejercicio desde su arribo al proyecto procedente del histórico Damm de Barcelona. Este jueves su nombre volvió a crecer en el expediente del juvenil amarillo, con un gol casi sobre la bocina que ha colocado al club grancanario frente al Granada en los cuartos de final de la Copa del Rey.
En ese equipo filial de Héctor Nuez lucen futbolistas en todas las líneas, de los que Tonono Rodríguez pronostica que “muchos van a llegar a ser profesionales con la UD Las Palmas”. Y especialmente en vanguardia el jugador nacido en Mataró es pieza que muestra luz propia, comandando la lista de realizadores nacionales de la categoría con su compañero Iker León (15).
Entre los distintos estilos atacantes de filiales en las últimas campañas, posiblemente sea Arturo el jugador que más hace recordar en algunos aspectos (físicos y futbolísticos) a aquel excelente delantero Turu Flores, que la UD Las Palmas incorporó a su nómina profesional procedente del Vélez Sarsfield. Había transcurrido una década exacta desde que José Oscar Flores llegó a la isla en el verano de 1996 al nacimiento del jugador que pretende llevar en algún momento ese mismo aroma de goles, datado el 5 de agosto de 2006 en la localidad de la periferia barcelonesa.
Queda tiempo para comprobar si Rodríguez es capaz de alcanzar las cotas competitivas que en su época demostró Flores, tanto en España como en su país natal Argentina. Pero ya se aprecian algunos detalles que no pasan inadvertidos y que valoran en el departamento de filiales frotándose las manos. Porque en ‘ArTuru’ hay materia prima muy interesante.
A nuestro juicio, Turu y Arturo comparten un poderoso tren inferior que les hace diferente a la hora de ser defendidos por los zagueros. Aunque el argentino era más ariete que el catalán, ambos tienen un sprint inicial vertiginoso, con un eje de gravedad bajo que le permite movimientos sorpresivos. Y, además, alta capacidad para el choque con los zagueros.
Turu era un jugador impredecible por su condición de golpeadora del balón con ambas piernas, con la misma intensidad y precisión. Arturo, en cambio, está actuando como jugador escorado a la banda derecha, para luego realizar sus recorridos diagonales de ataque que culmina con el disparo con su pierna de ejecución, la zurda.
El ahora atacante del juvenil aún ha de madurar todas esas facetas del juego que pueden hacerle progresar hasta el fútbol profesional. Pero tiene ese instinto ‘asesino’ en el área que Flores conservó durante toda su carrera y que le hizo llegar muy lejos.
“De esta camada juvenil se va a hablar mucho”, comenta el gestor del grupo, Tonono Rodríguez. De momento, ‘ArTuru’ recibe flores y sus compañeros, también.




