Recordaba recientemente el consejero Rafael Méndez que en 1973 la UD Las Palmas estuvo realizando algunas pruebas en el verano para fortalecer su plantilla. Había firmado a Daniel Carnevali, en una operación directa en Buenos Aires con García Panasco y Antonio Betancor (secretario general y técnico respectivamente), pero el club buscaba un delantero sudamericano para ponerlo a las órdenes del corso Pierre Sinibaldi. Y también por el siempre observador Carmelo Campos, asistente técnico del club.

El casting lo ganó el argentino Pedro Verde, atacante pampero que completó 3 temporadas, 47 encuentros y 6 goles. Pero no lo consiguieron el argentino Carlos Alberto Pandolfi y el paraguayo Julio Díaz.

Precisamente Méndez cuestionaba sobre este jugador del que la hemeroteca recuerda que había sido un prometedor atacante en el club Cerro Porteño de su país (Asunción), llegando a España en aquel verano con la posibilidad de jugar en calidad de oriundo. Dijo que Galicia era el origen natal de sus padres. Tenía 20 años (26 de febrero de 1953) cuando comenzó su prueb en la UD Las Palmas, tras haber militado también en los clubes Oriental y Guaraní.

Era representante del jugador Alfonso Adolfo Pedernera, hijo del célebre jugador jugador argentino Adolfo Pedernera, de los años 30 y 40 del pasado siglo. El agente acompañó hasta Gran Canaria a Pastelito Díaz, como le conocían. Según las noticias de la época, el club tramitó la documentación de Julio Díaz para que pudiera actuar en la Liga española. Se valoraba incluso el posible debut en Primera a finales de octubre de ese año, frente al Celta, en el Estadio Insular, el mismo día del estreno amarillo de Daniel Carnevali.

Las pruebas siguieron realizándose hasta noviembre, añadiéndose una lesión en una pierna que preocupó a los servicios médicos del club encabezados por el doctor Emilio Tomé. El futbolista regresó a Paraguay, con permiso del club y aquel debut tan esperado nunca se produjo.

Pastelito Díaz llegaría a jugar en España en la temporada 1976-77, en Segunda División, con la camiseta azulgrana del Levante UD. 7 goles en 20 encuentros fueron de su firma. Curiosamente su último encuentro fue en el Heliodoro, frente al CD Tenerife (4-1). Antes de esa etapa había jugado en los principales conjuntos del país, en Cerro Porteño, Guaraní -de nuevo en ambos- y Olimpia de Asunción. Mientras su rastro futbolístico en la élite se cerró en el Olimpia, en 1981. Su vida profesional la desarrolló en el mundo de la banca, en el Banco Exterior de España.