M. B.

Un silencio ensordecedor presidió el instante en que la comitiva familiar entró este jueves en las instalaciones deportivas municipales de San Isidro, las canchas del barrio que desde anoche llevan el nombre de Zebensui Ramos González. Madre, padre, hermano, amigos, vecinos, paisanos, compañeros o rivales del malogrado jugador de 23 años, fallecido tras un atropello de tráfico, habían acudido al acto de descubrimiento de su placa por iniciativa del Ayuntamiento de Gáldar. Fue una nueva noche cargada de emociones y de recuerdos.

Instantes antes del acto protocolario se habían escuchado emotivas palabras de los miembros de la corporación cebollera (alcalde Teodoro Sosa y concejal Julio Mateo), del hermano de Zeben y de Tonono Rodríguez, en representación de la UD Las Palmas. Algunos de los asistentes entraban en la instalación bañados en lágrimas y después de haber escuchado los compases del himno oficial de la UD Las Palmas, interpretado por la Banda Municipal de la Real Ciudad de Gáldar. Siguiendo la batuta del director del grupo, Rubén Guerrero Ortiz, dedicaron ese instante emotivo al jugador de Las Palmas C, en presencia de todos sus compañeros y técnicos del segundo filial del club. Fue una de las más sonadas ovaciones de la velada.

Todo tenía un por qué en la noche galdense. La instalación refleja lo que Zeben, a quien el Ayuntamiento de Gáldar concedió la Medalla de oro a título póstumo, mostró en vida como integrante de los distintos clubes en los que militó: Humildad y sencillez. En aquellas canchas fue donde el zurdo deportista comenzó a golpear el balón, un rectángulo de dimensiones acordes para el fútbol sala o balonmano donde el cebollero jugaba con sus amigos, entre ellos el que fue su compañero en filiales Airam Díaz. “Todo comenzó aquí para los dos”, nos decía Díaz.

El vecindario de San Isidro conocía bien la vocación futbolística de Zeben, que trabajó duro para su primera captación por la UD Las Palmas y el posterior regreso después de firmar una excelente temporada en Tercera RFEF con el Villa de Santa Brígida. 

Allí, bajo la cubierta metálica, fue donde se inició un sueño deportivo truncado el 23 de junio de 2025 a los 23 años de edad. En sus paredes ahora dos imágenes del futbolista acompañarán a los usuarios de la instalación: Una de amarillo y la otra cuando era niño.

“Zeben, donde quiera que estés, siempre estarás con nosotros”, una voz expandió el último mensaje de la familia, de los amigos, de los vecinos … El silencio de la noche se quebró y las ovaciones volvieron a dar calor a su eterno recuerdo.