Como preámbulo una doble cita:

* “El fútbol canario es precursor de una etapa con predominio del pase en corto. No es preciso decir que posee recia personalidad, con su control de pelota, buen remate e intuición en la jugada, sin que sea justo el calificativo de blando ya que Canarias dio magníficos tipos de jugador combativo, batallador e incansable”. Pedro Escartín: jugador, árbitro, seleccionador nacional, periodista y escritor.

* “Constancia, lealtad y estoicismo. He aquí la trilogía para el buen aficionado, seguidor de cualquiera de tantos equipos que ha tenido la existencia de los pueblos con la emoción del fútbol. La pasión es médula y nervio de este juego que domina a las masas. No se concibe, ni siquiera en los públicos tradicionalmente flemáticos, que haya gentes que acudan a los estadios con el temperamento congelado” … “Empezábamos abriendo el tema con tres palabras que a nosotros nos parecen pintiparadas para definir al seguidor celoso, que debe estar muy por encima de lo frágil de los resultados. En la constancia, lealtad y estoicismo puede resumirse un compendio de virtudes deportivas”. Antonio Lemus: periodista deportivo y Premio Canarias de Comunicación.

Estas dos exposiciones de los maestros de la información se publicaron en el contexto de la UD Las Palmas y ambas en 1953, meses antes del segundo salto a la Primera División. Su viaje en el tiempo parece no haber variado mucho porque son dos asuntos que bien pudieran ser materia de debate después de lo más reciente: del fútbol de pase que caracteriza al actual proyecto amarillo y del debate que abrió Alex Suárez el pasado sábado tras la derrota ante el Almería, pidiendo a los aficionados paciencia y complicidad con el estilo del equipo.

Como se ve, el tiempo no ha modificado la temática aunque sí la manera de afrontarla. Cuando la UD Las Palmas gana con sus herramientas actuales se hace el silencio de aquellos que la cuestionan, crecidos sin embargo en el instante de una adversidad. Y cuando se producen resultados y actuaciones como las del último 0-1 en casa, muchos de los adheridos incondicionales a la causa miran de reojo el teclado o apenas tienen fuerzas para describir signos de euforia.

Esa es una constante que no cambia. Lo podrían explicar también los últimos entrenadores de ascensos a Primera División como Paco Herrera o, quizá mejor, García Pimienta. Los siete primeros resultados de la competición actual no han sido capaces de conquistar de pleno una opinión sobre el equipo en cualquiera de los sentidos. La UD Las Palmas de García Fernández tiene sus propias luces e instantes de sombras, aunque los datos globales del comportamiento colectivo están señalando a un equipo capacitado para convertirse en candidato a cualquiera de las dos vías de ascenso.

En cualquier caso, el camino está dibujado y pasa por lo expuesto tanto por Escartín como observador técnico como por Lemus en su calidad de analista global. Faltó decir que el principio de los objetivos está en haberlo imaginado. Y que para conquistarlo hay que creer ciegamente en los sueños. Y cuando la marea UD Las Palmas logra estar 'todos a una' parece imbatible.